El acceso a crédito a bajo costo ha sido una de las falencias más graves. Los diferimientos de pagos de impuestos y otras obligaciones fueron un alivio parcial.
Según varios organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ecuador destinó menos del 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, por debajo de los $500 millones, en ayudas directas (créditos) e indirectas (reestructuración de deudas y diferimiento de impuestos) para minimizar el golpe de la crisis para las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes).
Durante los primeros meses de la pandemia, economistas y académicos de varios sectores estimaron que se necesitarían entre $3.000 y 45.500 millones solo para evitar una destrucción extendida de empresas y empleos.
Sin embargo, ante la pérdida de $8.000 millones de ingresos fiscales y la acumulación de deudas y atrasos, el Gobierno no tuvo recursos para implementar un plan de apoyo económico como en otros países. El resultado es que el 80% de los cierres en 2020 fueron de pequeños negocios.
A pesar de todo, se concretaron, con poco impacto, algunas medidas de alivio.
Crédito a bajo costo
El programa ‘Reactívate Ecuador’ no entregó el nivel de crédito ofrecido. El ministro de Economía, Mauricio Pozo, reconoció el poco impacto y aseguró que se está trabajando en una nueva iniciativa, incluso se habló de la posibilidad de levantar alrededor de $3.000 millones para el apoyo productivo a través de emisión de bonos con el aval de multilaterales y otros mecanismos.
Sin embargo, hasta la fecha no se ha concretado un plan eficiente para otorgar créditos a empresas golpeadas con la crisis. En sectores claves como el turismo, representantes gremiales como Holbach Muñeton denuncian que el acceso ha sido mínimo y nulo.
En total, se estima que los préstamos de emergencia para Pymes no superan los $250 millones.
1. Diferimientos
Durante los meses más duros del confinamiento, entre marzo y junio de 2020, el Servicio de Rentas Internas (SRI) otorgó un periodo de diferimiento en el pago de IVA y RISE para empresas de sectores específicos, como microempresas, líneas aéreas, negocios de los sectores turístico y agrícola y exportación. Recientemente, se aplazaron pagos, hasta noviembre 2021, del impuesto a la renta dentro del Régimen tributario de Microempresas.
Estas medidas, junto con el aplazamiento de cuotas de créditos en el sistema financiero privado, fueron un alivio momentáneo y parcial, pero no pudieron acompañarse de periodos de gracia en el pago de las aportaciones al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) como sucedió en otros países.
2. Seguro de desempleo y modalidades de trabajo
Mediante la Ley de Apoyo Humanitario, el Gobierno flexibilizó los requisitos de acceso al seguro de desempleo, pero las demoras en la implementación y las deudas que mantenían muchas empresas con el IESS, provocaron que apenas el 10% de los ecuatorianos que se quedaron sin empleo hayan podido beneficiarse.
Por otro lado, varios acuerdos ministeriales establecieron nuevas modalidades de contratación en actividades como turismo, emprendimiento, productivo y joven; sin embargo, desde octubre pasado se han generado menos de 3.000 puestos de trabajo.
3. Regulación del teletrabajo
A mediados de septiembre de 2020, a través de un acuerdo ministerial, se establecieron parámetros para el funcionamiento y registro del teletrabajo. Sin embargo, falta que se esta modalidad se incluya dentro de las reformas al Código de Trabajo y se mejoren los controles para evitar abusos y contracciones informales.
Desde mediados de marzo de 2020, el número de personas teletrabajando creció de manera importante. Así, en el sector privado se pasó de 189.846 a 286.401 personas (51% más); mientras que el salto en el sector público fue de 18.523 a 160.777 (768% más). (JS)
En promedio, los paquetes de apoyo a la reactivación productiva oscilan entre el 3% y 10% del PIB a nivel mundial.
6 de cada 10 empresas despidieron al personal en el contexto de la crisis, según una encuesta del Observatorio Pyme de la Universidad Andina.