Dos generaciones de comerciantes mantienen viva la oferta de adornos navideños en sitios estratégicos.
Lucecitas de vivos colores, bombillos brillantes que giran sin cesar, trozos de palo santo que -al arder- despiden un fuerte olor, parlantes que reproducen una y otra vez villancicos: un gentío que intenta decidirse entre una numerosa y variada oferta de adornos navideños.
Estas son las escenas que desde hace un par de semanas dominan sectores estratégicos de la ciudad, a propósito del desarrollo de numerosas ferias temáticas populares, por las celebración de la Navidad.
Los permisos otorgados a cambio de un pago por concepto de regalías y uso del espacio público vencen el próximo 6 de enero. Con esta fecha límite para obtener ingreso económicos extras laboran cerca de 1.050 comerciantes.
En tres puntos diferentes, sus comerciantes coincidieron en testimoniar que se trata de un negocio con una tradición de dos generaciones, que en la práctica ofrecen alternativas con “precios populares” para adornar oficinas, hogares, locales e incluso iglesias con las temáticas navideñas.
Medio siglo
Una de las ferias navideñas más antiguas se ubica cada año en la esquina suroccidental del parque La Carolina. Su existencia se remonta a mediados del siglo anterior, pero su funcionamiento en este sitio y su formación como Asociación de artículos navideños Diego Almagro data de hace 36 años, recuerda su fundadora, Rosa Pilicita, de 69 años de edad.
“Yo era apenas una niña. Mi padre, que era jardinero de las quintas de lo que hoy es La Mariscal, nos pidió que cogiéramos las ramas de los árboles que podaba. Les arreglábamos e íbamos de puerta en puerta a ofrecerlas como adornos. La demanda creció y con mis padres nos instalamos en la Almagro, frente del Círculo Militar”.
En esta feria instalada junto a las aceras que cercan el estacionamiento del lugar se han instalado 12 comerciantes de adornos y 10 de venta de árboles de ciprés podados con la forma de cono, característica de la Navidad.
Más puntos
Tras su reubicación desde los alrededores del Mercado Santa Clara, frente al Seminario Mayor, se han instalado con sus carpas plásticas de color blanco 24 comerciantes con una variedad de artículos.
“Solo estamos siguiendo la tradición que hemos heredado de nuestros padres que por más de 30 años vendieron cerca del mercado. A los clientes que siempre nos han venido a hacer el gasto les ofrecemos los productos elaborados con el mismo cariño”, señala Fernando Caiza, presidente de la Asociación de comerciantes.
En pleno ingreso a Carcelén, entre la avenida de acceso principal y la calle Rodrigo Muñoz, la feria temática está a cargo de nueve comerciantes, que entre el sonido de los motores de todo tipo de vehículos, ofrecen bombillos, árboles plásticos, luces y demás artículos temáticos.
La presidenta de los comerciantes, Rocío Quishpe, comenta que “nos han ubicado aquí por más de 20 años y muchos de nosotros seguimos el negocio de nuestros padres. Es solo por la temporada, pero nos ha ayudado muchísimo y a la vez ofrecemos lo que no debe faltar en los hogares para el ambiente navideño. Más que adornos lo que aquí se llevan es una parte misma de la Navidad”. (JCER)
Más de 40 ferias
Según la Agencia Distrital de Comercio para este año se ha autorizado alrededor de 40 de estas ferias cuyas ubicaciones dependieron de la decisión de las nueve Administraciones Zonales. En el sector del centro norte, por ejemplo, este año no se permitió que una de estas ferias se instale en las calles aledañas al Mercado de Santa Clara, como era usual durante dos décadas. Debido a protestas de los comerciantes del dicho centro la feria temporal fue reubicada a la Avenida América, entre Colón y La Gasca, frente al Seminario Mayor.
La feria de la América es una de las nueve autorizadas por la Administración Norte, la que más autorizaciones ha emitido para este tipo de comercio temporal. En cambio en el Centro y Calderón se autorizaron 8 cada uno, en el sur 9 (4 en Quitumbe y 5 en Eloy Alfaro), Los Chillos 4, Tumbaco 3 y La Mariscal y La Delicia 2 en cada una.
