La población siente la crisis en el día a día

Situación. Las familias aplazan ciertas inversiones y se restringen a la hora de comprar.
Situación. Las familias aplazan ciertas inversiones y se restringen a la hora de comprar.

El Presidente, Rafael Correa, se mantiene en que no hay crisis económica en el país. Lo dijo durante el debate del miércoles y lo reiteró el sábado en su enlace semanal. “Una cosa es que ustedes (economistas que participaron en el debate) crean que va a ver una crisis, que puede existir una crisis, por supuesto: si se nos derrumba más el precio del petróleo, si cometemos algún grave error, etc., puede haber una crisis. Pero eso es diferente a que ya haya la crisis: desplome de producción, inflación, etc. No existe eso…”, dijo el mandatario.


Pero en las calles, el ciudadano “de a pie”, alejado de los conceptos y teorías económicas, con su vivencia del día a día siente que sí se vive una crisis.


“Nosotros somos los que palpamos, no el señor Presidente. Me supongo que él no entra a una tienda a comprar y si, por ‘a’ o ‘b’ razón, entrara a comprar, no creo que le cobren. No es lo mismo que nosotros que estamos ganando el básico de 354 dólares y no podemos decirles a nuestros hijos que ellos tienen que colaborar para la renta, para la comida. Nosotros como ‘taitas’ somos los encargados de la manutención”, aseguró Wilfrido Flores (59). Añadió que él puede dar fe de que se han encarecido los productos en los mercados.


Su criterio es corroborado por Laura Cortez, una joven que con su pareja realizaba compras en el Mercado Central (Quito). La joven aseguró que antes, con 20 dólares, llevaba lo necesario para unos 15 días, pero que hoy con esa misma cantidad de dinero solo puede adquirir productos que le alcanzan para una semana.


Marcia Ramos, ama de casa de 46 años de edad, vive una situación similar. Como madre de familia le ha tocado redefinir el presupuesto del hogar y priorizar los gastos, inclusive en el tema de alimentación. “Se gasta más y se consume menos para que alcance el dinero”, es su testimonio. Al punto que hoy ha restringido la compra de carne y yogur, por ejemplo. También evita salir a comer fuera de casa los fines de semana, porque afirma que el presupuesto ya no alcanza para esos “lujos”.


Mientras que Renato Jaramillo (27), quien mantiene a su esposa, a su hija y a su abuelita, también considera que hay crisis, por lo que se da modos para ahorrar algo de dinero. Pero eso ha implicado que deje de comprar ropa para la familia o que limite salidas familiares como los paseos. “Se guarda más para aspectos como la salud, la educación, la alimentación, el arriendo”, dijo.

En los negocios


Según los testimonios, la crisis económica que afecta a los hogares se traslada a los negocios. Pocos clientes, precios más caros, menor venta de productos. Así lo asegura María Puetate, quien tienen un puesto de comidas en el Mercado Santo Domingo (Ibarra). “Al puesto llega poca gente porque dicen que no les alcanza, al punto de que algunos piden un almuerzo para cuatro personas, entonces se nota la crisis”, manifestó.


Mientras que Adriana Singo, comerciante de frutas en el Mercado Central de Quito, asegura que se viven tiempos duros con el encarecimiento de los productos. “Hay menos compradores y los que compran ya no lo hacen como antes que llevaban bastantito”.


De acuerdo a una encuesta flash realizada por Cedatos luego del debate entre el Mandatario y tres economistas, el 78% de la población consultada consideró que Ecuador sí está en crisis, mientras que el 18% aseguró que no lo está, y el 5% se abstuvo de opinar. Para la encuesta se entrevistaron a 682 personas de Quito, Guayaquil y Cuenca, seleccionadas en forma aleatoria. El nivel de confianza de la encuesta es del 95% y el margen de error de + / – 5%. (HCR)

“Los hogares están asumiendo el costo de la crisis”.

° “Hay algunos indicadores (de la crisis). El primer indicador es el desempleo y subempleo, es decir cada vez hay poca gente que tiene un empleo formal, con contratos de trabajo superiores al año. La segunda es que muchos hogares se están endeudando para cubrir la canasta básica. En tercer lugar, en muchos hogares hay jóvenes que no tienen acceso a la universidad ni al mercado laboral. Esas señales demuestran que los hogares realmente están en crisis, ya que sus decisiones de gasto las están posponiendo. Los hogares no tienen posibilidades de destinar un gasto para la recreación. De hecho el primer gasto que se ajusta en momentos de crisis es la recreación y esa actividad es importante porque implica una salud mental para el hogar y para la familia. Los hogares están asumiendo el costo de la crisis”.

"Se gasta más y se consume menos para que alcance el dinero”.  Marcia Ramos Ama de casa.
"Se gasta más y se consume menos para que alcance el dinero”. Marcia Ramos Ama de casa.
"Yo tenía un montón de clientes, pero ya no vienen. Ahora ya no se ve ni ganancia”. Adriana Singo Comerciante.
"Yo tenía un montón de clientes, pero ya no vienen. Ahora ya no se ve ni ganancia”. Adriana Singo Comerciante.