La pandemia ha sido una oportunidad para los micronegocios

ESFUERZO. Hacer productos en casa y luego venderlos es una opción ante la crisis.
ESFUERZO. Hacer productos en casa y luego venderlos es una opción ante la crisis.

Desde el inicio de la cuarentena, en marzo, los negocios informales, sobre todo a través de redes sociales, han crecido un 53%.

“Luego de trabajar 10 años para una empresa de servicios logísticos, de un día para otro me quedé sin nada. No podía permanecer de brazos cruzados con un hijo pequeño y muchas cuentas que pagar. Con mi esposa, que todavía tiene empleo, comenzamos a vender postres y empanadas para completar los ingresos”, dice Antonio Morales, de 35 años, quien es uno de los miles de ecuatorianos que iniciaron micronegocios, a través de las redes sociales, para sortear la crisis iniciada con la pandemia del Covid-19.

Desde mediados de marzo -según un estudio del ‘Journal of entreprenurship in emerging economies’- esos negocios aumentaron un 53%. Así, ante el creciente desempleo y la precarización de los pocos trabajos adecuados que quedan (menos horas y menos ingresos), alrededor de 450.000 ecuatorianos más se embarcaron en la venta informal de bienes y servicios, aprovechando su círculo de amigos y contactos en plataformas, como Facebook, Instagram, Twitter, entre otras.

El rango es de 35 a 44 años

Detrás de la mitad de esos nuevos emprendimientos de supervivencia están personas entre 35 y 44 años. En términos normales preferirían establecer iniciativas completamente legales y con perspectivas de futuro, pero las circunstancias se presentan con muchas trabas, tanto de falta de acceso a financiamiento como de una pesada e ineficiente tramitología.

Andrea Benalcázar, de 37 años, contó que fue despedida de su puesto en un Ministerio, por lo que, desde hace dos meses, se ha dedicado a vender perfumes, productos de limpieza y a hacer prendas de vestir bajo pedido.

“El sistema te obliga a trabajar de manera informal. Incluso sacar un RUC o establecer una empresa, por vías supuestamente abreviadas, toma demasiado tiempo y dinero. Solo te queda buscar todas las formas posibles de generar ingresos, en medio de mucha incertidumbre y miedo; pero con la necesidad de seguir adelante”, aseveró.

Rebeca Salas, economista y experta en emprendimiento, explicó la realidad del micronegocio:

Cuatro características del micronegocio

  1. Los negocios de supervivencia que están surgiendo son más precarios y con una vida demasiado corta, no duran más de tres meses porque se gestan en medio de la desesperación por ingresos rápidos. Todo se hace con base a la intuición.
  2. El emprendedor no tiene una noción clara de cómo es el mercado en el que se está involucrando, por lo que en poco tiempo se ve sobrepasado por la cantidad de competencia.
  3. La falta de experiencia para determinar los costos reales del negocio, en la mayoría de los casos, provoca que las ganancias no sean las esperadas y, en promedio, sean menores a los $400 mensuales.
  4. Ante la falta de dinero para invertir en promoción se apuesta solo a generar reacciones y compartidos en las redes sociales, lo que da como resultado poca visibilidad y falta de oportunidades de crecimiento, porque todo queda en el primer círculo familiar y amistades.