La migración afecta a varias comunidades de Quisapincha

Situación. Varios niños se han quedado al cuidado de sus hermanos mayores, abuelos o tíos a causa de la migración.
Situación. Varios niños se han quedado al cuidado de sus hermanos mayores, abuelos o tíos a causa de la migración.

La falta de empleo ha causado que integrantes de varias comunidades de Quisapincha opten por migrar a la ciudad o a otros países del mundo.

Este problema ha hecho que los denominados ‘coyoteros’ se aprovechen de la situación ofertando viajes a cambio de grandes cantidades de dinero.

Con el fin de salir a buscar mejores días, las personas interesadas en viajar han optado por hacer préstamos en agencias bancarias o en ‘chulqueros’.

La ausencia de padres, madres, hijos y hermanos ha causado otro tipo de inconvenientes, como hogares disfuncionales, depresión, desórdenes alimenticios, entre otros problemas.

Realidad

Efraín Pasochoa, habitante de Quisapincha, mencionó que la mayoría de personas que optan por migrar son jóvenes, quienes se dedican a trabajar como lustradores de zapatos en ciudades grandes como Quito, Guayaquil o Cuenca.

“Aquí los jóvenes se dedican a la agricultura, a la ganadería y últimamente comercializar los productos es muy complicado, no hay ingresos económicos para las familias”, aseveró.

De igual forma indicó que las personas mayores optan por trasladarse a países como Estados Unidos o España incluso arriesgando su vida en la travesía.

Historias

El hijo de Fanny Camacho migró hacia Estados Unidos hace cinco años, el viaje a través de un ‘coyotero’ costó 13 mil dólares.

El dinero que se utilizó para el viaje se obtuvo a través de un préstamo que ya terminaron de pagar hace tres años.

“La vida de él está en Estados Unidos, no sé si volverá o no volverá, solo nos comunicamos por llamadas”, mencionó Camacho, cuyo esposo también migró hace 18 años, el dinero con el que viajó se obtuvo a través de un préstamo al ‘chulco’, la deuda ascendió a 28 mil dólares.

Fredy, quien pidió mantener su apellido en reserva, es uno de los jóvenes que decidió migrar con el fin de ofrecerle mejores días a su familia.

“Yo me fui recién hace dos semanas, las deudas y la falta de trabajo me impulsaron a irme” aseguró.

El joven de 25 años indicó que actualmente está viviendo con sus hermanas en Estados Unidos, quienes le han apoyado mientras encuentra trabajo.

Fredy indicó que realizó un préstamo en una entidad bancaria “el viaje es peligroso desde Monterrey, hay que cruzar ríos y evitar a la policía de migración”, aseveró el joven, quien espera tramitar la documentación legal en Estados Unidos para algún día regresar a su natal Quisapincha. (RMC)