RELAX. A partir del viernes anterior, cientos de turistas se han dado cita en la frontera lojana, donde la temperatura asciende hasta 28 grados.GASTRONOMÍA. En Mangahurco, aparte de otros platos como chivo al hueco, también se sirve la especialidad de la carne picada al jugo con bastante picante. Va acompañada del clásico arroz y patacones.ACTIVIDAD. En la ruta Paletillas-Mangahurco, de 27.2 kilómetros de distancia, los amantes de la bicicleta aprovechan para hacer deporte. Allí los guayacanes con sus flores amarillas escoltan a los turistas. También se hace cabalgata.ESPACIO. Propios y extraños aprovechan para acampar bajo los árboles, así como capturar imágenes y dar rienda suelta al descanso.POSTAL. El florecimiento sirve también para captar el recuerdo de la manifestación natural que se cumple cada 12 meses.
ACCESO. La ruta hacia el florecimiento de los guayacanes se encuentra en buenas condiciones. Las autoridades de la Policía garantizan la seguridad.TRADICIÓN. En la línea de frontera con el Perú, a propósito del florecimiento, los turistas también se encuentran con las clásicas construcciones levantadas sobre el material bahareque (mezcla de tierra y maderos) y techo de teja.
Fotos: Solimán Salinas
Texto: José Padilla Puchaicela
Redacción LOJA
Desde el pasado viernes y hasta el 3 de enero, la frontera sur de Ecuador que delimita con Perú, específicamente en la provincia de Loja, se tiñe de amarillo por el florecimiento de los guayacanes.
Las parroquias Mangahurco, Bolaspamba y Cazaderos, en el cantón lojano de Zapotillo, son testigos de este espectáculo natural, al que asisten turistas nacionales y extranjeros. Esta zona posee un clima cálido y seco.
Es donde diversas instituciones llevan a cabo una programación que, iniciado el 28 de diciembre, se extiende hasta este 31; no obstante, las visitas continúan.
