La falta de un ecosistema de emprendimiento genera fracaso

PLAZO. El 80% de los emprendimientos duran máximo dos años en el país.
PLAZO. El 80% de los emprendimientos duran máximo dos años en el país.

Somos primeros en la región. Una de cada tres personas es emprendedora; pero tienen que enfrentar la tramitología, la falta de financiamiento y el nulo apoyo, por eso, el 80% de los negocios no pasan del segundo año.

Ecuador enfrenta la gran paradoja de ser un país con una alta cultura de emprendimiento, pero le da la espalda a sus emprendedores, llenándolos de trámites y negándoles apoyo financiero, tecnológico y académico.

Inty Grønneberg, inventor y PhD en Innovación, explicó que el país ha sido el más emprendedor de la región por cinco años seguidos. “Es verdad que la mayoría emprende por necesidad, es decir, cuando pierde su trabajo y no tiene más oportunidades; pero eso, en lugar de satanizarse, debe ser entendido como un potencial motor de desarrollo”, dijo.

En otros países, a pesar de que haya crisis, la gente solo baja los brazos. Por eso, ante esa predisposición, la deuda pendiente es generar las condiciones para que los negocios se consoliden y crezcan y no se siga replicando la realidad actual, donde el 80% no pasa del segundo año.

Un camino lleno obstáculos

Ecuador no tiene un entorno amigable para hacer negocios. En el ranking ‘Doing Business 2020’, elaborado por el Banco Mundial, nos ubicamos en el puesto 129 entre 190 economías, debido a que mantenemos una pesada tramitología para crear empresas y acceder a créditos.

Solo 30% de los emprendedores acceden a financiamiento bancario. Además, estamos en pañales en temas esenciales como la inversión no reembolsable. En la región hay países que apuestan fuertemente a invertir en la etapa temprana de los emprendimientos, como Chile -que empezó a hacerlo en 2010- y Colombia -en 2012-.

Mientras en Ecuador el 80% de los emprendimientos fracasan al segundo año, en la región esa tasa llega al 50%, en promedio.Alberto Muñoz, emprendedor, comentó que los bancos piden una “montaña de requisitos y otra montaña se debe tramitar con la burocracia estatal para obtener permisos y tener todo en regla”.

“El financiamiento se queda, en su inmensa mayoría en las pymes. Los emprendedores no tenemos apoyo público o privado. No está extendido el concepto de capital de riesgo, es decir, de invertir en la etapa temprana de un emprendimiento a cambio de una participación en el negocio”, dijo Muñoz.

Grønneberg añadió que no existe un verdadero ecosistema de emprendimiento e innovación, ni siquiera a nivel político se entiende el concepto. Es decir, falta un trabajo coordinado y sincronizado entre entidades públicas, privadas y la Academia.

Viabilidad

La existencia de ese ecosistema tiene tres objetivos: reducir la tasa de fallo de los emprendimientos, aumentar su potencial de crecimiento y generar reales oportunidades de financiamiento en etapa temprana, intermedia y avanzada.

La reciente Ley de Emprendimiento es un paso inicial, pero un verdadero ecosistema no se va a concretar por decreto, sino con acciones.

Verónica Rivera, economista y emprendedora, dijo que las contradicciones se profundizan porque, lo avanzado con una normativa, se diluye cuando se producen recortes a la educación pública, se disminuyen horas a los investigadores o ni siquiera se toman acciones concretas para reducir unas tasas de interés para acceder a un crédito barato. (JS)

En el país no se apuesta a la gente para que genere sus empresas. El potencial es grande, se podrían crear 500.000 puestos de trabajo adecuados en tres o cuatro años”. Inty Grønneberg, inventor y PhD en Innovación