El programa de capacitación que impulsan el Proyecto Binacional Catamayo-Chira, Prolocal y las Juntas Parroquiales benefician a campesinos.
Las agrupaciones sociales se lamentan por la falta de capacitación para emprender proyectos.
Carmita Abendaño, oriunda de la parroquia Vilcabamba, es presidenta de la liga deportiva parroquial y cuenta con un negocio de venta de ropa deportiva. Para esta señora de 40 años y madre de tres hijos, es indispensable la capacitación de los miembros de las juntas parroquiales en la elaboración de propuestas técnicas, ya que si bien tienen las ideas para desarrollar sus territorios, no cuentan con las herramientas del caso.
En ese sentido los campesinos miran con buenos ojos el programa de capacitación que impulsan el Proyecto Binacional Catamayo-Chira, Prolocal y la Asociación de las Juntas Parroquiales de Loja, porque promueven en la población un espíritu de aprendizaje y de mejoramiento personal y colectivo. La líder comenta que la capacitación permitirá velar por las personas ancianas que llegan a 200, ya que están, en la mayoría de los casos, desprotegidas y necesitan de atención. Es hora de retribuir lo que han hecho por nosotros.
La capacitación está a cargo de tres consultores especializados en planificación estratégica institucional y territorial. María Augusta Espinoza, parte del equipo, explica que se debe apuntar a un trabajo que sume e integre los conocimientos de las juntas, creando un sentido de unidad y solvencia al momento de encarar problemáticas de orden diverso.
Juntas parroquiales
Para Ángel Patiño, presidente de la Asociación Provincial de las Juntas Parroquiales de Loja, estos son gobiernos seccionales autónomos, donde sus miembros son electos por sufragio y tienen la responsabilidad de administrar los pocos recursos que disponen, gestionar recursos y la cooperación en múltiples frentes para sacar adelante a la población circunscrita en este territorio.
En los talleres que se vienen desempeñando en la provincia de Loja, la presencia de los miembros de las juntas es mayoritaria, intergeneracional y activa. Allí se simulan y construyen escenarios con propuestas diseñadas a la realidad con sus respectivas necesidades. En Vilcabamba participaron 34 personas sin distinción intergeneracional y de género.
El dato
34
Participantes, en igual número mujeres y hombres