Indígenas cierran paso a las petroleras

Agencia de Noticias Amazon-ALDHU
«Las compaas nos est haciendo pelear», es el testimonio de Carlos Piruche, dirigente shuar de la Federaci de Sucumbs, a propito de la polica suscitada al interior de la nacionalidad Shuar por el ingreso de compaas petroleras a su territorio.
Este a durante una reuni en Trans Cutuc 434 representantes
shuar-achuar, de los 80 mil que habitan la Amazonia ecuatoriana, junto con la dirigencia de la Federaci Interprovincial de Centros Shuar (FICSH) decidieron no permitir el ingreso indiscriminado de compaas petroleras -ni de aquellas que les prestan servicios- a sus tierras.
Para ello los shuaras representados por la FICSH formaron un Consejo de Defensa del Territorio, integrado por los sdicos de cada
comunidad, los que estar vigilantes para que no haya negociaciones individuales entre shuaras y petroleras.
As cualquier compaa que quiera negociar tendrque hacerlo con los representantes mimos de la nacionalidad shuar para que las decisiones se tomen nombre de la nacionalidad y no de peques intereses particulares.
Sin embargo, hay voces opuestas a esta decisi, catalogada por muchos de radical. Una de esas voces es la de Galo Saant, quien lidera el grupo de shuaras dispuestos a escuchar los ofrecimientos de las compaas petroleras.
En total sern 30 comunidades de Morona Santiago que quieren ser informadas acerca de los planes de las petroleras.
Y aunque no se teme un resquebrajamiento de la FICSH, seg Silverio Jindiachi, dirigente de la federaci, los efectos de la polica se empiezan a sentir. La primera medida fue la expulsi a quienes negocien con las petroleras.
El propio Saant, seg Jindiachi, fue expulsado de su comunidad en Taisha (donde hace poco fue dirigente) y con otros que han seguido su ejemplo; igual suerte corrieron en la comunidad Chiarentsa quienes conversaron y recibieron donativos de las empresas petroleras. Por ahora son pocos los expulsados.

Defienden la organizaci
Los dirigentes en contra de la negociaci con las petroleras tienen sus argumentos para haber procedido a la expulsi. «Aunque sea una decisi radical es necesaria, porque los que negocian individualmente no se dan cuenta del riesgo en que ponen a todo nuestro pueblo, nosotros tenemos que velar por el bien com. Los riesgos para nuestra salud, para nuestro entorno y para nuestras comunidades, que luego se llenan de violencia, delincuencia y prostituci, son demasiado grandes como para entrar en
negociaciones, eso no se negocia», dice Jindiachi.
Piruche, por su parte, cuenta co en Sucumbs a cambio de la autorizaci a las petroleras para que trabajen en sus tierras los shuar reciben unos pocos cerdos, o cilindros de gas, a veces el intercambio se hace por 40 planchas de zinc para los techos o en el mejor de los casos reciben 1.000 dares por 50 hecteas.
Lo que m nos indigna es que nos est dividiendo. Cogen a cada comunidad o familia por su lado y les ofrecen cosas, les dicen que van a hacer obra social, que terminan siendo unos columpios o un peque casa abandona que se supone que es un centro mico.

Caso concreto
Actualmente en Sucumbs, seg cuenta Piruche, la compaa Oxy se apresta a realizar trabajos smicos dentro del territorio shuar de Yamanunca, que es de carter comunal.

El ea que ser afectada alcanza a 8.842 hecteas viven 9 comunidades. Algunas ya negociaron con la compaa. Le est quitando la esencia comunitaria a nuestra nacionalidad, nos est separando..