Gobierno se guarda la Ley de Defensa de la Dolarización para evitar contaminación electoral

Luego de que la Asamblea lo devolviera por errores de forma, el proyecto está en la congeladora hasta que el ejecutivo encuentre el momento oportuno para volver a remitirlo.

Mauricio Pozo, ministro de Economía, explicó que el Gobierno no se ha echado para atrás en su objetivo de enviar la Ley de Defensa de la Dolarización, pero está esperando un mejor ambiente para que se tramite en la Asamblea.

“Vamos a remitir el proyecto a la Asamblea. Eso no está en duda ni se ha cambiado la decisión. Lo que estamos observando es la mejor fecha”, dijo.

Según el ministro, a pesar de que la normativa tiene metas claras como la defensa de la dolarización y la búsqueda de transparencia sobre el manejo de los recursos o reservas que se depositan en el Banco Central, varios sectores han comenzado a utilizarla para sacar provecho electoral y político.

“No queremos que un proyecto de tal importancia sea sometido a una muletilla de carácter electoral”, acotó.

Dato:
Durante la década correista, el Banco Central entregó $6.000 millones en préstamos al Gobierno Central y $2.000 millones a la banca pública. Esos fondos nunca se recuperaron.Sin embargo, otro factor que estaría incidiendo en la decisión de no volver a enviar inmediatamente el proyecto, luego que el CAL lo devolviera por errores de forma durante la semana pasada, es que el ejecutivo no tiene los apoyos necesarios en el Legislativo para su aprobación como ley económica urgente

El pasado lunes 8 de febrero 2021, el Gobierno envió el proyecto de ley a la Asamblea, pero un par de días después, el CAL lo rechazó por errores de fondo. A partir de ahí,

“Haremos el trabajado necesario con todos los sectores políticos. He empezado a conversar con algunos de ellos”, aseguró Pozo

El ministro recalcó que haya apertura para hacer cambios, pero el espíritu no se pueda modificar. En concreto, la meta es que el Banco Central sea una institución que tenga autonomía técnica parea tomar las decisiones y no esté sometido a ningún tipo de presión políticas.

En otras palabras, se busca un tercero confiable cuyas reservas no se puedan utilizar para financiar gasto público. “Los recursos del Banco Central no son propiedad de Gobierno o del Estado. Es plata de la gente que tiene depositado en los bancos, de los municipios, de las prefecturas, de la seguridad social”, concluyó. (JS)