Gobierno enfrenta cuatro retos económicos hasta fin de año

Encrucijada. Moreno debe tomar acciones para reducir el deterioro económico y social
Encrucijada. Moreno debe tomar acciones para reducir el deterioro económico y social

No solo se necesitan más ingresos vía endeudamiento; sino también recortar gastos no prioritarios.

Las reformas estructurales en temas como Seguridad Social, empleo e impuestos, entre otros, ya no son una meta alcanzable para el actual Gobierno. En medio de una crisis a todo nivel, y con una caída de más de $5.000 millones en ingresos importantes como remesas, petróleo, turismo y recaudación tributaria, las autoridades nacionales se deben concentrar en cuatro retos económicos para minimizar los problemas hasta finales de 2020.

Pablo Lucio Paredes, economista y docente de la Universidad San Francisco (USFQ), explicó que el punto de partida es concretar la mayor cantidad posible de créditos externos, sobre todo las operaciones más avanzadas con China y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Esas operaciones permitirán obtener, al menos, $ 3.200 millones que deben utilizarse con sensatez y gran sentido de las prioridades. “Hemos perdido dólares de las remesas, del petróleo, del turismo. La única vía que tenemos de generar liquidez es a través de la renegociación de deudas; y consiguiendo nuevos recursos con multilaterales y gobiernos”, dijo

Sin embargo, si la llegada de recursos no está atada a un mayor esfuerzo de reducción de gastos improductivos, la nueva deuda irá a mantener la misma estructura ineficiente del Estado.

Prioridades y ajuste

A pesar de que Richard Martínez, ministro de Economía, ha dicho que el 90% del gasto en sueldos se va en salud, seguridad y educación; el analista Alberto Acosta Burneo consideró que todavía hay mucho espacio de ahorro.

“No es verdad que casi todos sean profesores y médicos. Hay campo para optimizar en cargos administrativos”, dijo. Además, recalcó que una muestra de la mala calidad del gasto y la falta de prioridades es que en los últimos años se destinó casi el mismo porcentaje de presupuesto, alrededor de 22%, para educación y salud y para el subsidio a los combustibles.

Lucio Paredes añadió que, si en los años de bonanza hubiéramos ahorrado un 3% del gasto, en 10 o 12 años eso hubiera significado tener $10.000 a $12.000 millones.

Con estos antecedentes, el tercer reto para el Gobierno es buscar la manera de que una parte de los recursos, sobre todo de los que venga de fuera, se destinen a la creación de un fondo de ayudas directas a familias y empresas golpeadas por la crisis.

Napoleón Santamaría, analista económico y tributario, comentó que esas ayudas pueden concretarse en créditos, no solo para cubrir nómina, sino también para fortalecer operaciones. Además, se necesita mayor flexibilidad para cubrir las deudas existentes. “Hasta ahora todo se ha quedado en el diferimiento de pagos; pero no hay planes de rebajas o condonaciones”, aseveró.

Por su parte, Manuel González, economista y miembro del Consejo Asesor Presidencial, detalló que la estrategia ante la crisis debe combinar el fortalecimiento del sistema de protección social y el apoyo financiero a las pequeñas y medianas empresas. Para eso, además de la deuda multilateral y de gobiernos, se debe recurrir a deuda interna con bancos y la Seguridad Social.

Crear facilidades para la contratación

Finalmente, el cuatro reto es impulsar todos los mecanismos sobre el acuerdo entre las partes y las modalidades de contratación de emergencia, con el fin de disminuir el impacto negativo en el mercado laboral.

Ante la imposibilidad de hacer cambios estructurales, o incluso derogar el obsoleto Código de Trabajo, que data de 1938, el Gobierno se debe concentrar en jugar un papel de facilitador.

A la fecha, se han dado pequeños pasos en esa dirección. Así, según datos del ministerio de Trabajo, 5.971 personas pudieron mantener sus empleos mediante la adopción del contrato ‘emergente’, incluido en la Ley de Apoyo Humanitario.

Las autoridades esperan que la ampliación, para todo tipo de actividades, del contrato por obra y servicio determinado también pueda ayudar a recuperar algo de los puestos de trabajo perdidos desde marzo 2020.

Lucio Paredes aseguró que la cancha está claramente delimitada para el Gobierno: endeudamiento, fondo de crisis, reducción del gasto y empleo. “Si uno de los cuatro aspectos no funciona, la recuperación de la crisis no se dará”, concluyó. (JS)

No significa dejar de hacer educación, salud o una serie de cosas; significa reducir el despilfarro, el mal gasto y la corrupción en apenas un 3%. Cuando uno hace mal las cosas, y no es responsable, acaba pagando el precio de esa irresponsabilidad”, puntualizó. Pablo Lucio Paredes, economista.