En el presupuesto se incluyen ahorros por 657 millones, pero el FMI estableció solo 220 millones.
Casi tres meses después de que se derogara el Decreto 883, mediante el cual se eliminaba el subsidio de las gasolinas extra y diésel, existen muchas especulaciones pero pocas certezas sobre la concreción de la posible focalización del precio de los combustibles en 2020.
El 14 de octubre pasado, a través del Decreto 894, el presidente, Lenín Moreno, se comprometió a de manera inmediata elaborar una política de subsidios de combustibles, “con enfoque integral, con criterios de racionalización, focalización y sectorialización que precautelen que estos no se destinen al beneficio de mayores recursos económicos, ni a contrabandistas de combustibles”.
Esta medida permitió desactivar el paro nacional que inició a inicios de octubre, pero poco tiempo después se rompió el diálogo con los sectores indígenas.
En la proforma para 2020, el Ministerio de Economía incluyó un ahorro anual de 657 millones de dólares, aunque hasta ahora no se explica cómo se concretaría eso. Por otro, dentro del plan recalibrado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se incluye una meta mucho más baja que llega al 0,2% del Producto Interno Bruto (PIB); es decir, 220 millones al año.
El analista económico Marco Naranjo, docente de la Universidad Politécnica, afirmó que desde la academia sí se propuso al Gobierno, desde algún tiempo, todo un sistema de focalización de los subsidios de los combustibles.
Uno viable que comprendía el cobro del valor real de la gasolina extra, según las condiciones económicas, y utilizar esos ingresos extraordinarios para financiar el consumo del diésel para que no suba el pasaje del transporte público. Esa como otras alternativas no se han tomando en cuenta.
Solo anuncios
Esteban Ferro, viceministro de Economía, anunció que se realizarán mesas técnicas con los Ministerios de Finanzas, Energía y Trabajo. En esa coordinación se integrarán grupos sociales. “No vamos a incrementar nada hasta que se haya acordado un mecanismo, en consenso”, dijo.
Por su parte, Moreno aseguró que entre febrero y abril de 2020 estarían aplicando un sistema de focalización, aunque sin dar más detalles. “No volveremos a tomar una decisión mientras no estemos claros de que la focalización afecta a quienes debe afectar y no a los que más necesitan”, confirmó.
En el caso del diésel, el primer mandatario aseguró que se están haciendo pruebas en gasolineras y un estudio de los vehículos que existen en el sector rural para afectar lo menos posible a los más pobres.
Sin embargo, el sector de distribuidores de combustibles asegura que no han sido tomados en cuenta en las mesas de diálogo y que el Gobierno se “está equivocando” al respecto.
Según ese sector, se debería implementar una solución tecnológica controlada por la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH), para facilitar el trabajo en las gasolineras. (JS)
EL DATO
Con la eliminación total del subsidio de las gasolinas extra y diésel, el Gobierno intentaba generar un ahorro anual de casi 2.000 millones.
En el presupuesto se incluyen ahorros por 657 millones, pero el FMI estableció solo 220 millones.
Casi tres meses después de que se derogara el Decreto 883, mediante el cual se eliminaba el subsidio de las gasolinas extra y diésel, existen muchas especulaciones pero pocas certezas sobre la concreción de la posible focalización del precio de los combustibles en 2020.
El 14 de octubre pasado, a través del Decreto 894, el presidente, Lenín Moreno, se comprometió a de manera inmediata elaborar una política de subsidios de combustibles, “con enfoque integral, con criterios de racionalización, focalización y sectorialización que precautelen que estos no se destinen al beneficio de mayores recursos económicos, ni a contrabandistas de combustibles”.
Esta medida permitió desactivar el paro nacional que inició a inicios de octubre, pero poco tiempo después se rompió el diálogo con los sectores indígenas.
En la proforma para 2020, el Ministerio de Economía incluyó un ahorro anual de 657 millones de dólares, aunque hasta ahora no se explica cómo se concretaría eso. Por otro, dentro del plan recalibrado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se incluye una meta mucho más baja que llega al 0,2% del Producto Interno Bruto (PIB); es decir, 220 millones al año.
El analista económico Marco Naranjo, docente de la Universidad Politécnica, afirmó que desde la academia sí se propuso al Gobierno, desde algún tiempo, todo un sistema de focalización de los subsidios de los combustibles.
Uno viable que comprendía el cobro del valor real de la gasolina extra, según las condiciones económicas, y utilizar esos ingresos extraordinarios para financiar el consumo del diésel para que no suba el pasaje del transporte público. Esa como otras alternativas no se han tomando en cuenta.
Solo anuncios
Esteban Ferro, viceministro de Economía, anunció que se realizarán mesas técnicas con los Ministerios de Finanzas, Energía y Trabajo. En esa coordinación se integrarán grupos sociales. “No vamos a incrementar nada hasta que se haya acordado un mecanismo, en consenso”, dijo.
Por su parte, Moreno aseguró que entre febrero y abril de 2020 estarían aplicando un sistema de focalización, aunque sin dar más detalles. “No volveremos a tomar una decisión mientras no estemos claros de que la focalización afecta a quienes debe afectar y no a los que más necesitan”, confirmó.
En el caso del diésel, el primer mandatario aseguró que se están haciendo pruebas en gasolineras y un estudio de los vehículos que existen en el sector rural para afectar lo menos posible a los más pobres.
Sin embargo, el sector de distribuidores de combustibles asegura que no han sido tomados en cuenta en las mesas de diálogo y que el Gobierno se “está equivocando” al respecto.
Según ese sector, se debería implementar una solución tecnológica controlada por la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH), para facilitar el trabajo en las gasolineras. (JS)
EL DATO
Con la eliminación total del subsidio de las gasolinas extra y diésel, el Gobierno intentaba generar un ahorro anual de casi 2.000 millones.
En el presupuesto se incluyen ahorros por 657 millones, pero el FMI estableció solo 220 millones.
Casi tres meses después de que se derogara el Decreto 883, mediante el cual se eliminaba el subsidio de las gasolinas extra y diésel, existen muchas especulaciones pero pocas certezas sobre la concreción de la posible focalización del precio de los combustibles en 2020.
El 14 de octubre pasado, a través del Decreto 894, el presidente, Lenín Moreno, se comprometió a de manera inmediata elaborar una política de subsidios de combustibles, “con enfoque integral, con criterios de racionalización, focalización y sectorialización que precautelen que estos no se destinen al beneficio de mayores recursos económicos, ni a contrabandistas de combustibles”.
Esta medida permitió desactivar el paro nacional que inició a inicios de octubre, pero poco tiempo después se rompió el diálogo con los sectores indígenas.
En la proforma para 2020, el Ministerio de Economía incluyó un ahorro anual de 657 millones de dólares, aunque hasta ahora no se explica cómo se concretaría eso. Por otro, dentro del plan recalibrado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se incluye una meta mucho más baja que llega al 0,2% del Producto Interno Bruto (PIB); es decir, 220 millones al año.
El analista económico Marco Naranjo, docente de la Universidad Politécnica, afirmó que desde la academia sí se propuso al Gobierno, desde algún tiempo, todo un sistema de focalización de los subsidios de los combustibles.
Uno viable que comprendía el cobro del valor real de la gasolina extra, según las condiciones económicas, y utilizar esos ingresos extraordinarios para financiar el consumo del diésel para que no suba el pasaje del transporte público. Esa como otras alternativas no se han tomando en cuenta.
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Esteban Ferro, viceministro de Economía, anunció que se realizarán mesas técnicas con los Ministerios de Finanzas, Energía y Trabajo. En esa coordinación se integrarán grupos sociales. “No vamos a incrementar nada hasta que se haya acordado un mecanismo, en consenso”, dijo.
Por su parte, Moreno aseguró que entre febrero y abril de 2020 estarían aplicando un sistema de focalización, aunque sin dar más detalles. “No volveremos a tomar una decisión mientras no estemos claros de que la focalización afecta a quienes debe afectar y no a los que más necesitan”, confirmó.
En el caso del diésel, el primer mandatario aseguró que se están haciendo pruebas en gasolineras y un estudio de los vehículos que existen en el sector rural para afectar lo menos posible a los más pobres.
Sin embargo, el sector de distribuidores de combustibles asegura que no han sido tomados en cuenta en las mesas de diálogo y que el Gobierno se “está equivocando” al respecto.
Según ese sector, se debería implementar una solución tecnológica controlada por la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH), para facilitar el trabajo en las gasolineras. (JS)
EL DATO
Con la eliminación total del subsidio de las gasolinas extra y diésel, el Gobierno intentaba generar un ahorro anual de casi 2.000 millones.
En el presupuesto se incluyen ahorros por 657 millones, pero el FMI estableció solo 220 millones.
Casi tres meses después de que se derogara el Decreto 883, mediante el cual se eliminaba el subsidio de las gasolinas extra y diésel, existen muchas especulaciones pero pocas certezas sobre la concreción de la posible focalización del precio de los combustibles en 2020.
El 14 de octubre pasado, a través del Decreto 894, el presidente, Lenín Moreno, se comprometió a de manera inmediata elaborar una política de subsidios de combustibles, “con enfoque integral, con criterios de racionalización, focalización y sectorialización que precautelen que estos no se destinen al beneficio de mayores recursos económicos, ni a contrabandistas de combustibles”.
Esta medida permitió desactivar el paro nacional que inició a inicios de octubre, pero poco tiempo después se rompió el diálogo con los sectores indígenas.
En la proforma para 2020, el Ministerio de Economía incluyó un ahorro anual de 657 millones de dólares, aunque hasta ahora no se explica cómo se concretaría eso. Por otro, dentro del plan recalibrado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se incluye una meta mucho más baja que llega al 0,2% del Producto Interno Bruto (PIB); es decir, 220 millones al año.
El analista económico Marco Naranjo, docente de la Universidad Politécnica, afirmó que desde la academia sí se propuso al Gobierno, desde algún tiempo, todo un sistema de focalización de los subsidios de los combustibles.
Uno viable que comprendía el cobro del valor real de la gasolina extra, según las condiciones económicas, y utilizar esos ingresos extraordinarios para financiar el consumo del diésel para que no suba el pasaje del transporte público. Esa como otras alternativas no se han tomando en cuenta.
Solo anuncios
Esteban Ferro, viceministro de Economía, anunció que se realizarán mesas técnicas con los Ministerios de Finanzas, Energía y Trabajo. En esa coordinación se integrarán grupos sociales. “No vamos a incrementar nada hasta que se haya acordado un mecanismo, en consenso”, dijo.
Por su parte, Moreno aseguró que entre febrero y abril de 2020 estarían aplicando un sistema de focalización, aunque sin dar más detalles. “No volveremos a tomar una decisión mientras no estemos claros de que la focalización afecta a quienes debe afectar y no a los que más necesitan”, confirmó.
En el caso del diésel, el primer mandatario aseguró que se están haciendo pruebas en gasolineras y un estudio de los vehículos que existen en el sector rural para afectar lo menos posible a los más pobres.
Sin embargo, el sector de distribuidores de combustibles asegura que no han sido tomados en cuenta en las mesas de diálogo y que el Gobierno se “está equivocando” al respecto.
Según ese sector, se debería implementar una solución tecnológica controlada por la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH), para facilitar el trabajo en las gasolineras. (JS)
EL DATO
Con la eliminación total del subsidio de las gasolinas extra y diésel, el Gobierno intentaba generar un ahorro anual de casi 2.000 millones.