Femicidio, la pandemia subestimada

DERECHO. Las mujeres violentadas para evitar la escala de la agresión, debe denunciar y así evitar llegar a extremos como el femicidio.
DERECHO. Las mujeres violentadas para evitar la escala de la agresión, debe denunciar y así evitar llegar a extremos como el femicidio.

Desde enero de 2014 hasta agosto de 2020, se registran 765 mujeres asesinadas por la violencia femicida en Ecuador.

Autoridades y ciudadanía tienen volcada mayormente su atención en no ser contagiados por el Covid que apareció inicialmente en ciudad china de Wuhan, donde se originó el brote de coronavirus en diciembre de 2019; tres meses después, en Ecuador se declara la emergencia sanitaria por el virus.

Uno de las acciones preventivas para evitar el contagio masivo fue confinar a la población en sus casas, el hábitat del causante de la violencia intrafamiliar, el que en ciertos casos termina su odio con el femicidio; el agresor también suele ser la expareja sentimental que se resiste a la separación definitiva.

El asesinato a la mujer por el hecho de serlo, sigue vigente. El viernes pasado, en las ciudades de Cuenca, Otavalo y Portovelo, se reportaron femicidios. En los últimos seis años se registraron los nombres de 765 mujeres asesinadas por la violencia femicida en Ecuador. En lo que va del año, ya se suman 20.

Exhortos

El problema no es particular del Ecuador, en América Latina 14 de los 25 países tienen la mayor tasa de femicidio en el mundo. La Organización Mundial de la Salud, declaró a la violencia de género como una “pandemia”, pues es la primera causa de muerte en la región de mujeres y niñas entre 14 y 44 años, donde el espacio privado representa uno de los lugares más inseguros para permanecer.

“Según los estudios y experiencias en otros países, la situación de confinamiento ha profundizado la violencia hacia mujeres y niñas, tal como se evidencia en la estadística”, lo advierte la Defensoría del Pueblo.

Y no lo es todo. La entidad liderada por Freddy Carrión Intriago, exhorta a la Presidencia de la República de Ecuador y sus carteras de Estado, así como a la Función Judicial, a buscar mecanismos eficientes que detengan la ola de femicidios en el país, garanticen el ejercicio de los derechos y prevengan la violencia femicida, con especial énfasis en el confinamiento.

Desapariciones

Reiteran que las mujeres se encuentran aisladas con su agresor y limitadas en su capacidad para pedir ayuda, por ello insisten en que se dé la mayor de las prioridades en el ámbito presupuestario, “pues no debemos esperar a tener una víctima más”, aclara al Defensor.

Para denunciar la violencia de género de puede llamar sin costo al 9-1-1 y solicitar ayuda.“Las estadísticas actuales de femicidios, probablemente, se subestimen si se toma en cuenta el número de mujeres y niñas desaparecidas. Los datos disponibles sobre las desapariciones de mujeres que, en algunos casos, están vinculados al femicidio, también facilitan la comprensión del problema en la región.

Es importante destacar que, en particular en nuestra región, las desapariciones están muchas veces asociadas a la dinámica de los flujos migratorios”, lo explican desde la Defensoría. (MGQ)

Prevención y reparación integral

La Defensoría del Pueblo recuerda al Estado ecuatoriano que, con fecha 18 de marzo de 2020, el Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI), solicitó a los estados la incorporación de la perspectiva de género en las medidas que se tomen para la mitigación de la Covid–19, indicando que deben reforzarse las acciones para la prevención y atención de violencia de género.

No es posible combatir la violencia basada en género y la violencia femicida si no se cuenta con una verdadera voluntad política traducida en presupuesto, para que todas las instituciones que hacen parte del Sistema Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, en el marco de sus competencias, solventen políticas de atención, protección, pero, sobre todo, de prevención y reparación integral que, hasta ahora, están ausentes en el mapa del accionar público.