El cuidado de una mascota no implica únicamente darle un nombre o un techo, esto contempla cuidados de salud, esterilización, control en las calles, limpieza y atención. Según la percepción de los ciudadanos, no todos los propietarios cumplen con esto por lo que la fauna animal es un problema en la ciudad.
Carlos Espín, director de la unidad de Gestión Ambiental del Municipio de Latacunga, explicó que la Ordenanza para el control de la fauna urbana fue aprobada en 2018 y por ello tienen la facultad de ejecutar operativos en plazas y calles para vigilar que los animales no sean maltratados.
Entre las contravenciones graves de la ordenanza se encuentra el albergar un número de animales que no pueda mantener, no brindar el correcto tratamiento médico a las mascotas, contaminación ambiental provocada por los malos olores.
Incumplir con la disposición de la veda reproductiva, sedar a un animal sin la supervisión de un médico veterinario, hacer uso de los espacios públicos con fines de adiestramiento, transportar a los animales de forma inadecuada, practicar o permitir la mutilación de los animales de forma innecesaria, encadenar o enjaularlos de forma permanente, abandonar a animales en lugares públicos, entre otras.
Esto es sancionado con el 30% del salario básico unificado y si es necesario el retiro del animal.
Durante este tiempo se han encontrado varios contraventores que son vigilados para que den cumplimiento a las normas, sin embargo, a decir de Joel Tráves, activista por la protección animal, el problema radica en la ciudadanía y no tanto en las autoridades, pues el uso de las redes sociales ha destapado el maltrato y tenencia irresponsable de mascotas que siempre existió en la ciudad y la provincia.
El Director de Ambiente del Municipio comentó que, son de gran ayuda las denuncias ciudadanas para conocer a los infractores. “Realizamos controles en las plazas para que no se comercialicen animales y se los tenga en espacios inadecuados como mochilas, jaulas y cajas”, dijo.
Invitó a la ciudadanía a acercarse a la unidad de fauna urbana para denunciar el comercio ilegal de animales, así como también el maltrato en las calles, envenenamientos y maltrato en los hogares.
Comentó que el albergue no tiene la capacidad para recoger a todos los animales por esto es importante que la ciudadanía adopte, y esterilice a sus mascotas.
La problemática del crecimiento de la población de fauna urbana se evidenció esta semana cuando el director distrital de salud, Jorge Proaño, informó que la dosis de la vacuna antirrábica se terminó rápidamente en varios centros de salud, como el de Nintinacazo.
Explicó que la población canina ha crecido considerablemente los últimos años y por esto se debe hacer un control más estricto.
De su parte, Espín recordó que el albergue canino está abierto para las esterilizaciones y quienes deseen acceder a este servicio deben obtener un turno en las oficinas de Santo Domingo o en el albergue en Belisario Quevedo.
Además, la Unidad está en proceso de adquisición de la unidad veterinaria móvil para esterilizar en las parroquias rurales. (NA)