QUITO,
El ex presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez, detenido en una cárcel de Quito desde octubre pasado bajo la acusación de atentar contra la seguridad del Estado, insistió en que es un perseguido político y reclamó justicia para obtener su libertad.
«Soy un perseguido político. Esto se demuestra con el asilo dado por dos países (Brasil y Colombia), luego de un análisis imparcial de nuestro caso», expresó Gutiérrez en declaraciones difundidas por una radioemisora poco antes de que su sucesor, Alfredo Palacio, presentara un informe anual de labores ante el Congreso.
Tras ser destituido de la presidencia en medio de una revuelta popular el 20 de abril pasado, Gutiérrez salió al exilio, pero renunció al asilo territorial concedido por Brasil y Colombia para regresar al país en octubre, siendo detenido inmediatamente al ser acusado penalmente por la administración de Palacio de atentar contra la seguridad del Estado.
El ex gobernante calificó de «fascista» y «de facto» al gobierno de Palacio, a quien además acusó de propiciar un golpe de Estado en su contra.
Gutiérrez, un coronel retirado del Ejército que se involucró en la caída del ex presidente Jamil Mahuad (enero de 2000), dijo que la justicia ecuatoriana está politizada.
«No pido ningún privilegio, solo exijo justicia. Es lamentable decirlo, pero la libertad en el país tiene tarifa y no estoy dispuesto a pagar por mi libertad», declaró.
En su alocución, Gutiérrez -quien hace dos semanas fue trasladado de una celda de máxima seguridad de un viejo penal a una cárcel considerada de lujo- también presentó un informe sobre cómo dejó el país el 20 de abril último, cuando fue derrocado.
«En ocho meses la inflación se convierte en el peor paquetazo que el gobierno (de Palacio) puede dar a Ecuador», anotó.
Con una economía dolarizada desde marzo de 2000, Ecuador cerró 2005 con una inflación anual de 4,4%, frente a 1,95% en 2004. AFP