Desde que se confirmó el primer caso de coronavirus en el Ecuador la gente se volcó hasta las farmacias para adquirir mascarillas con el objetivo de protegerse de un posible contagio.
Esta acción provocó desabastecimiento no solo de este artículo, sino también en otros como el gel antibacterial o la vitamina C.
El uso de mascarillas faciales durante brotes de enfermedades virales como el coronavirus sólo es efectivo para proteger a los trabajadores de la salud y reducir el riesgo de que pacientes enfermos diseminen la enfermedad.
Con base en este criterio, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el uso de máscaras faciales a las personas que tienen síntomas respiratorios como tos, estornudos o dificultad para respirar, incluso cuando buscan atención médica, para proteger a los que están a su alrededor.
Las personas, incluidos los familiares, que brindan atención a personas con síntomas respiratorios o posibles contagiados con coronavirus.
Trabajadores de la salud, cuando ingresan a una habitación con pacientes o cuando tratan a un individuo con síntomas respiratorios, y de acuerdo con el tipo de atención que se brindará.
En ninguna de estas circunstancias, el uso de una máscara garantiza la detención de infecciones, ya que debe combinarse con otras medidas de protección personal como la higiene de las manos, mantener la distancia de las personas con síntomas y mantener la higiene respiratoria.
En Tungurahua, el intendente de la policía, Alex Mejía, mencionó que hasta la noche del domingo primero de marzo se han realizado operativos en 137 farmacias y cuatro supermercados para verificar que las mascarillas se vendan al precio establecido. (RMC)