
Frente a la emergencia sanitaria por el coronavirus y las medidas de prevención dispuestas por el presidente de le República, los moradores de San Vicente de Caney, perteneciente a la parroquia Chicaña, cantón Yantzaza, decidieron restringir el ingreso a personas ajenas, mientras que sus moradores deben cumplir con normas de asepsia para evitar que el virus ingrese a su localidad.
San Vicente de Caney está conformado por cinco comunidades, y los presidentes de las mismas estuvieron de acuerdo con la norma de restringir el ingreso a las personas, ya que una de sus fuentes de trabajo es el turismo comunitario, sin embargo, no quieren poner en riesgo a su población.
“Nosotros no estamos diciendo que no queremos que vengan, solo que las medidas de emergencia nos obligan a hacer esto, quizá después nos resulte difícil volver a atraer turistas, pero por ahora nos interesa la salud de nuestras familias”, dijo Carlos Guamán, dirigente del sector.
Los moradores han ubicado en la vía principal y única de acceso a la comunidad, cadenas, conos y letreros de restricción, y aún ellos respetando las medidas de seguridad en las noches se congregan grupos no mayores a 20 personas para controlar que respeten esta decisión colectiva.
Pero conscientes de que existen moradores que por temas de trabajo o estudio deben trasladarse fuera de la comunidad, para ellos han aplicado medidas de limpieza y desinfección, al salir y entrar a la comunidad.
“Deben lavarse las manos y usar gel desinfectante, para poder asegurarnos todos de que no estaremos en peligro”, acotó.
EL DATO
200 familias habitan en esta comunidad.