En el sector Tejar de Jericó, ubicado al suroriente de la ciudad de Loja, aún está intacto el recuerdo de lo que pasó el domingo 22 de diciembre del año anterior. Ese día, un incendio arrasó con varias viviendas, dejando a varias personas damnificadas. Pero eso no es todo. El hecho también tuvo un saldo fatídico por la muerte de una de las moradoras.
Ha pasado más de un mes y medio desde ese suceso y al momento, según dicen los perjudicados, aún no han recibido atención. Muchos de ellos continúan viviendo en casas que algunos de sus familiares tienen cerca del lugar de la tragedia. Pero otros como María Victoria Poma Losano, de 68 años de edad, decidió dejar la casa de un yerno y con la ayuda de sus hijos construyó, hace más de una semana, una pequeña habitación de madera para pasar ahí la noche. Esa rústica construcción está en el mismo terreno donde estuvo su anterior vivienda que fue calcinada el pasado 22 de diciembre. La ciudadana dice que decidió levantar una nueva edificación porque en la casa de su yerno no hay mucho espacio para estar cómodamente, ya que en ese hogar habitan más personas, entre ellas algunos niños.
Uno de los hijos de la mujer, Patricio López Poma, dice que la ayuda de personas de buen corazón y de algunas entidades solamente duró 15 días luego del incendio. Durante ese periodo llegaron víveres, enseres, prendas de vestir y otros productos para ayudar a los damnificados. El ciudadano afirma que en los días posteriores al suceso llegaron varios concejales; algunos de ellos les hablaron de una posible reubicación a otro sitio más seguro, mientras que otros ediles plantearon la posibilidad de que los afectados se queden en el mismo sector pero ya con algunas mejoras. Lo que aclara López Poma es que los damnificados no dejarán el Tejar de Jericó porque es el sitio donde han vivido por muchos años, y además porque no tienen a dónde más ir. “El problema es que no hay dónde irse. La mayoría son familiares solo (de) bajos recursos”, manifiesta, aunque se muestra optimista de que recibirán una ayuda de parte del Municipio.
Otra de las personas perjudicadas por el incendio, Rosa Chimbo Zumba, de 72 años de edad, aspira que se dé una legalización de los predios donde han vivido por años. Eso es lo que más anhela por ahora, ya que, asegura, de darse eso podrá construir una casa de concreto y con ello se sentirá más tranquila. La adulta mayor confiesa que habitar una casa de madera le produce miedo, ya que en su caso, son dos veces que ha perdido su vivienda a causa de las llamas.
Asentamiento de hecho
° El concejal Pablo Burneo Ramón señala que el Tejar de Jericó es un asentamiento de hecho y que quienes han habitado ahí tienen el derecho de ocupación por estar ahí más de 15 años, siempre y cuando puedan probar que han vivido en la zona.