El Geofísico, siempre mendigando

Si bien el Instituto Geofico de la Politnica Nacional (IGPN) vigila los volcanes del pa para prevenir un posible feneno natural que atente contra la integridad de los ecuatorianos, en el interior de la instituci tambi existen falencias, especialmente de orden econico y que, a largo plazo, podrn asfixiar el funcionamiento del IGPN.

En el presupuesto general del presente a, al Instituto le corresponde una partida cercana a los 250 mil dares. De ese rubro, el 40 por ciento (100 mil dares) se destina a pagar sueldos del personal, que entre tnicos, operadores, ingenieros vulcanogos y administrativos no superan las 40 personas. Cada uno tiene una tarea especica que cumplir, no hay lugar al ocio. Cabe adir que la mayor de los funcionarios son personal a contrato, que se les paga por la tarea que cumplen.

El restante 60 por ciento (150 mil dares) se destina al mantenimiento de equipos y sensores de medici de la actividad de los volcanes, desplazamientos a cada una de las elevaciones, reposici de equipos y optimizaci de los sistemas de las computadoras.

En resumen, los fondos disponibles sirven para mantener a plenitud los equipos que necesitan los vulcanogos para tomar el pulso a los colosos que en la tima dada tienden a despertar entre cenizas en el Cintur de Fuego del Pacico.

Presupuesto timo

Un presupuesto timo ser sobre los 400 mil dares, a pesar de que la mayor parte de dinero se emplea para mantenimiento de los equipos, seg funcionarios del IGPN
Las compras y adquisiciones de repuestos tambi cubren el presupuesto. Por lo general, este tipo de bienes estrelacionado con pilas, baters, antenas, sensores, monitores, cables y sistemas de comunicaci.

En algunas ocasiones se tiene que comprar todo un equipo de monitoreo por los robos perpetrados por gente inescrupulosa. Un ejemplo fue el hurto que hace tres meses se produjo en el nevado del Chimborazo, sobre el que ni siquiera se realizuna investigaci.

Todos bajo vigilancia

Al momento est vigilados todos los volcanes del Ecuador, aunque mayor atenci tienen el Guagua Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua y El Reventador.

Esto por el alto nivel de sismicidad que han registrado meses atr y que no dejan de inquietar a los ecuatorianos y a la comunidad internacional.

Paes de otras latitudes han facilitado un contingente de equipos de trabajo a los vulcanogos ecuatorianos, principalmente los Estados Unidos, la Uni Europea, y ahora Mico.

Cada uno de los gobiernos ha facilitado herramientas con altos costos en el mercado y que no podrn ser financiados a partir del presupuesto.

De no haber sido as nadie sabe que podr haber ocurrido.

La informaci que proporciona el IGPN es de utilidad plica, por lo que corresponde al Estado como hasta ahora asignar un rubro para el funcionamiento, pero esto no se cumple, de acuertdo con los mismos funcionarios.

Tambi las empresas privadas utilizan la informaci del Instituto por lo que podrn efectuar aportes voluntarios.

Continuo mantenimiento

El buen funcionamiento de los equipos de control de los volcanes demanda el continuo mantenimiento de los instrumentos. Por eso es indispensable contar con recursos econicos suficientes.

Conseguir recursos en el presupuesto no es fil, se tiene que realizar una tarea de negociaci por espacios de cinco a seis meses hasta conseguir la voluntad de varias instituciones, diser proyectos que muchas veces son acogidos, pero luego hay descuido de las contrapartes.

Siempre mendigando

Estar mendigando el presupuesto usualmente reduce el tiempo a las tareas de investigaci que bien puede el IGPN destinar en beneficio de alcanzar nuevos y mejores conocimientos sobre los volcanes.

A diferencia de Ecuador, en otros paes como Estados Unidos, Francia, Italia, Canad Mico, el estudio y anisis de la actividad de los volcanes tiene prioridad, por lo que los profesionales tienen la tarea de estudiar y aprender de los volcanes.

Esto sucede asporque es bien sabido que la informaci que se obtenga servital al momento de prevenir fenenos naturales que pueden derivar en cattrofes irreparables.

Y con mayor raz si el IGPN tiene claro que cada volc posee un historial ico, diferente, distinto.

Cada uno tiene su historial

De ahque es poco fundamentado sostener que las erupciones del Guagua Pichincha, Tungurahua y ahora El Reventador, est unidos por una misma causa.

Si bien es cierto que todos los volcanes del Ecuador y el mundo est contectados a la corteza subterrea, y tambi el magna, que es el material que evacuan las elevaciones, cada volc tiene un comportamiento distinto.

Si fue fil predecir lo que suceder con el Tungurahua y Guagua Pichincha, la actividad de El Reventador no presentseles previas, ocurride un momento a otro que hizo imposible a las autoridades declarar el alerta amarilla en la zona hoy afectada.

Y el establecer todo ese tipo de informaci demanda estudios especializados, conocimientos profundos de la composici del volc, los materiales que la componen, y las seles que emiten. Con todo ese bagaje de conocimientos se puede lograr un mejor conocimiento del volc. Y todos esos esfuerzos necesariamente demandan de recursos.

Un solo piso

El IGPN funciona en el sexto pisto del edificio principal de la Escuela Politnica Nacional, en Quito.

Siete grandes salones en el mismo piso est distribuidos proporcionalmente para los vulcanogos, sensores, receptores de sel de los volcanes, computadoras, bodegas, archivo.

Desde luego que ser timo disponer de un lugar propio, pero por ahora son suficientes y funcionales las instalaciones del Instituto.

«Ojalno ocurra nada»

En la sala de sensores es fil percibir que cada vez que entran los periodistas o personas extras, el personal del Instituto reza para que no se produzca un corte circuito o tropiecen con la infinidad de cables multicolores que est como telaras por las paredes y los costados de las paredes.

Es evidente que el IGPN requiere innovar la infraestructura, especialmente computadoras especializadas, sensores de ultra frecuencia e instalar mayor nero de equipos en otros volcanes que son vigilados por una estaci.

Pero mientras no hayan los fondos disponibles y forma adecuada, los vulcanogos tendr que esperar la ayuda internacional y dar mantenimiento a los actuales equipos.

En el Geofico trabajan cerca de 40 personas monitoreando las actividades smicas y las posibles erupciones que pudieran producirse en el pa, pero para esta instituci no existe un presupuesto anual.

La mayor de los ingenieros, especialistas y tnicos optan por la autogesti para poder trabajar.

Alexandra Alvarado, jefe de Sismolog del Geofico, dice que en un pa, donde existen volcanes en intensa actividad, el monitoreo de los mismos no deber estar a cargo del Instituto Geofico actual, pues seg dijo nadie les encomendesta tarea.

Muchas veces se pensque la existencia de esta instituci no era necesaria en el pa y que no se le pod sostener.