El 50% de niños de la parroquia Atahualpa trabajan

El 50% de niños de la parroquia Atahualpa trabajan
Ayuda. Los niños que acuden al Gobierno Parroquial reciben alimentación y apoyo escolar.

Blanca Cuji se dedica a la agricultura, para ella el trabajo que realizan sus hijos en campo son una ayuda necesaria para salir adelante, esto debido a que el sustento de su familia depende de las cosechas que puedan obtener del campo.
Por esta razón comentó que seguirá exigiéndoles a sus hijos que le colaboren, pues dijo que es también una manera de enseñarles responsabilidades para que vayan aprendiendo sobre las labores.
Un caso parecido es el de Blanca Pajuate, hace dos años se dedica al trabajo informal, todos los días recorre las calles de Ambato en busca del sustento para su hogar, su pequeño hijo siempre le acompaña porque no tiene quien lo cuide.
Esta realidad la viven cientos de niños de la parroquia Atahualpa. Evelyn Garcés, vicepresidenta del Gobierno Parroquial, explicó que el problema fue detectado mediante la aplicación de encuestas, en las que se evidenció que un aproximado del 50% de infantes permanece en esta situación.
Los niños en estas circunstancias se dedican generalmente a la venta informal solos o con sus progenitores, en otros casos los menores realizan actividades referentes al campo o ayudan en talleres de calzado.
También existen casos en los que los niños se quedan al cuidado de sus hermanos menores mientras sus padres salen a trabajar, esto genera que abandonen la escuela o descuiden drásticamente sus estudios.

Proyecto
Como solución a esta realidad, los funcionarios del Gobierno Parroquial en convenio con el Ministerio de Inclusión Económico y Social (MIES) ejecutan desde hace tres años un proyecto que busca erradicar el trabajo infantil.
Es así que en las instalaciones de la Junta arriban los días martes, miércoles y jueves alrededor de 60 niños, a los cuales las personas encargadas les proveen el almuerzo y les ayudan con la realización de sus tareas escolares.
Los infantes de escasos recursos que generalmente trabajan, son identificados con la ayuda de los docentes de las instituciones educativas, quienes al estar permanentemente con los estudiantes conocen sobre la situación.
“Hasta el momento tenemos buenos resultados, pero aún debemos seguir trabajando porque existen casos, aunque en menor porcentaje, de padres que no aceptan que sus hijos sean parte del proyecto”, manifestó Garcés.
Los niños que acuden al programa son de edades comprendidas entre los 8 y 14 años, los cuales acuden en dos grupos en la mañana y la tarde de acuerdo a su horario de clases. (MR)