Ejemplos de adultos mayores que decidieron emprender en plena cuarentena, en Quito

TRABAJO. Myriam Valverde realiza empanadas de carne y queso.
(Cortesía: Matías Agesta)
TRABAJO. Myriam Valverde realiza empanadas de carne y queso.
(Cortesía: Matías Agesta)

Lo que antes era un pasatiempo ahora es un ingreso para sus hogares. La familia, los amigos y la perseverancia son claves.

Ahora todo llega a la puerta de nuestra casa. Desde productos del cuidado de la piel, hasta tomates recién cosechados. Los adultosmayores han encontrado una manera de generar ingresos a través de la venta con servicio a domicilio de almuerzos, pizzas recién horneadas, velas aromáticas o pasteles con la receta secreta de la abuela. La mayoría no maneja redes sociales, pero logran conseguir su clientela a través de familia, amigos y recomendaciones.

Myriam Valverde, de 62 años, emprendió un negocio al inicio de la cuarentena. “Se me ocurrió vender pizzas, pasteles y empanadas porque son las tres cosas que sé hacer mejor”, menciona. A la vez, resalta que la única red social que ha utilizado para la difusión de su menú y para promocionar su emprendimiento ha sido WhatsApp. “Utilizo este medio para comunicarme con la gente”, señala. El olor a queso fundido, masa casera y mermelada de frutilla han entrado por las ventanas de las casas de sus vecinos. La mayoría de sus clientes son familia y amistades. Sin embargo, Valverde indica que el vivir en un barrio residencial le ha permitido que los moradores también sean parte de sus consumidores.

Recomendaciones

Por otro lado, Julieta Rivera vive en el norte de Quito. Tiene 78 años y ha recibido almuerzos personalizados a domicilio en este último tiempo. Dice que “el servicio es bueno al igual que la comida”. Rivera recibió esta información gracias a la recomendación de sus vecinos. “No utilizo redes sociales”, cuenta.

Según el Instituto Nacional de Estadística de Ecuador (INEC), solo el 5% de los adultos mayores en el Ecuador utiliza un computador y un teléfono inteligente.

El ‘olor’ del éxito

La cuarentena ha sido una excelente oportunidad para que Sebastián Serrano, quien vive solo en la capital, encuentre en la elaboración de velas beneficios para su salud y ganancias económicas. Sugiere que “el secreto para mantenerse activo es no dejar de hacer tus actividades favoritas”. Es un fiel seguidor de las series de Netflix, de su perro Moca y de las velas aromáticas. A sus 66 años decidió vender velas caseras con un delicioso olor que penetra las alfombras del hogar. Utiliza tres esencias: eucalipto, vainilla y lavanda. La familia y amigos han sido un gran apoyo y un grandioso medio de difusión.

Asimismo, Víctor Gallo, de 21 años, relata cómo con su abuela,

Margarita Arroyo de 84 años, emprendieron un negocio de comida. “En la cuarentena existía mucho tiempo libre y también había la necesidad de ganar dinero”, menciona Gallo. De ahí surgió la idea de vender pizzas y pasteles con su receta secreta. Se dieron a conocer por medio de su extensa familia. Entre llamadas y recomendaciones, Gallo y Arroyo ampliaron su clientela. Sin embargo, Gallo considera que “las redes sociales son necesarias para la difusión de cualquier servicio”.

El impulso del comercio electrónico

La pandemia del Covid-19 ha llevado a los consumidores a comprar con mayor frecuencia a través de internet, pero el gasto total a través de ese canal ha descendido, según muestra un sondeo publicado a inicios de este mes por la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).

La encuesta, entre consumidores de Brasil, China, Alemania, Italia, Corea del Sur, Rusia, Sudáfrica, Suiza y Turquía, indica que un 49% de los encuestados ha aumentado sus compras en línea, mientras que un 58 % usa más la red como entretenimiento y un 51% como medio de información.

Pese a todo ello, el gasto general en todos los sectores parece haber descendido, especialmente en compras ligadas al turismo (reservas de hotel, viajes en avión), con un descenso del 75%, mientras que la adquisición en la red de muebles y productos para la casa bajó un 53 %. EFE

Rossana Carpio Frixone

USFQ