La mañana estaba soleada y con un cielo despejado, pero en la avenida Ignacio Veintimilla, donde se ubica la comandancia del Cuerpo de Bomberos, los trajes negros acompañaban las sombras que proyectaban los cuerpos de gente que caminaba con los ojos hinchados.
La muerte del bombero Marco Vinicio Bastidas Poveda los hizo llorar toda la noche. El hombre de 29 años de edad es la tercera víctima mortal del incendio de Puembo que inició hace ocho días. Su deceso se confirmó al mediodía del último viernes en el Hospital de los Valles donde agonizó durante una semana.
Una ráfaga de disparos que salieron de 10 fusiles dio inicio a la caminata fúnebre que se hizo en homenaje póstumo a quien se considera héroe de la ciudad. Las sirenas de los vehículos colorados se encendieron simultáneamente a las 10:25, hora en que comenzaron a caminar por la avenida Veintimilla.
Sobre una motobomba que tenía un listón negro en la parte frontal viajaba el féretro que era custodiado por seis compañeros y amigos del ‘casaca roja’. El destino de la caminata era el Municipio.
La ‘marea roja’ tomó hacia el sur por la avenida Amazonas, una de las más concurridas de la capital. La Banda del Cuerpo de Bomberos acompañó el paso de los marchantes, los bombos, tambores, saxofones, trompetas y trombones entonaban melodías suaves que hacían que la piel se ponga de gallina.
Los transeúntes detuvieron su paso. Quienes sonreían cerraron los labios al ver el ataúd en que el bombero emprendía su último viaje. Mucha gente recordó la noticia de la muerte del uniformado, con el brazo derecho hicieron el gesto de la cruz, como dándole la bendición para que llegue con bien a su próxima morada.
Momento conmovedor
Las motos que comandaban la caminata continuó su rumbo por la avenida Patria, 10 de Agosto e ingresó al Centro Histórico por la calle Guayaquil.
El ruido de las sirenas de las motos y motobombas no dejaba de acompañar el paso de los caminantes. La gente aplastaba el claxon de sus autos como muestra de solidaridad con los deudos, incluso policías que patrullaban por la ruta de la marcha encendieron las balizas en señal de unión institucional.
La gente improvisó una calle de honor en el ingreso principal al casco colonial. Mujeres hicieron propio el dolor y lloraban la partida del bombero. Los aplausos al ‘casaca roja’ se extendieron entre los peatones de ambas veredas.
La llegada
Luego de caminar aproximadamente dos kilómetros y medio, el vehículo que trasladó el féretro llegó a las 11:57 al edificio del Cabildo por la calle Venezuela.
El llanto de los deudos se hacía cada vez más fuerte, sabían que el paso de las horas limitaba la estancia del cuerpo fuera del cementerio.
El auditorio del Municipio se abarrotó de miembros del Cuerpo de Bomberos, funcionarios públicos y familiares del hoy difunto.
El coronel Eber Arroyo arrancó su discurso felicitando al compañero, amigo, profesional y padre de familia.
En una enérgica intervención llamó la atención de las autoridades de justicia para que estudien la posibilidad de hacer más severas las sanciones contra las personas que sean sorprendidas prendiendo fuego en los cerros.
En una pantalla gigante se proyectó un video que arrancó lágrimas y sollozos. Las imágenes mostraban los peligros que diariamente enfrentan los bomberos. Rescates, sofocación de incendios, atención de accidentes de tránsito y hasta ayuda a los animales se divulgaron ante un triste auditorio.
Un sacerdote llegó para brindar una misa que finalizó el homenaje al padre de una pareja de niños que apenas y podían entender entre juegos lo que estaba pasando.
El coronel Arroyo entregó a la viuda un casco y el uniforme que simboliza la pielde su esposo que cayó combatiendo las lenguas de fuego que lo abrazaron llevándolo al lecho de muerte. El uniformado oficializó el ascenso a cabo del hoy fallecido. (FLC)
Traslado de emergencia
° El cadete del Cuerpo de Bomberos Josué Alexander Aizaga Carrillo fue trasladado ayer a una casa de salud del exterior: al Hospital Shriners de Galvenston Texas, en EE.UU. Él estuvo internado en el Hospital de los Valles, pero requirió atención especializada en quemaduras para recuperarse de las heridas que complicaron su estado de salud.
Su madre, Cecilia Carrillo, y un oficial del Cuerpo de Bomberos, acompañaron al cadete que resultó seriamente herido en el incendio de Puembo.
Según un comunicado de prensa, emitido por la entidad de socorro, la familia de la víctima no correrá con ningún gasto en esa casa de salud.
Por su parte, el presidente Rafael Correa mostró su pesar a los familiares de las tres víctimas frente al incendio de Puembo, así como ratificó el compromiso de ayuda en el traslado del cadete herido.
