Denuncian a Gustavo Jalkh por presunto ‘tráfico de influencias’

DILIGENCIA. Milton Castillo, junto al asambleísta y exgeneral César Carrión.
DILIGENCIA. Milton Castillo, junto al asambleísta y exgeneral César Carrión.

Se habría ejercido presión sobre un juez para viabilizar la construcción de hoteles 5 estrellas en Galápagos.

El presidente del Consejo de la Judicatura, Gustavo Jalkh, se sumó al número de funcionarios que estarían inmersos en actos ilegales. Se le acusa de un supuesto delito de tráfico de influencias, tipificado en el artículo 285 del Código Orgánico Integral Penal y sancionado con una pena de prisión de 3 a 5 años.

El denunciante es Milton Castillo, excandidato a alcalde de Quito, quien aclaró que la querella la presenta por sus propios derechos y como una colaboración al trabajo que está realizando el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social transitorio, que días atrás exhortó a la ciudadanía a colaborar en su labor.

Según Castillo, en 2015 Jalkh habría ejercido presión ante el Juez de la Unidad Judicial de San Cristóbal, en Galápagos, cuando la población interpuso una acción de protección contra la resolución emitida por la presidenta del Consejo de Gobierno de Galápagos (Ccgreg), María Isabel Salvador, quien autorizó, sin planificación y afectando derechos constitucionales, la construcción de hoteles 5 estrellas en el Archipiélago.

Castillo sostiene que Jakhl habría acudido a la Unidad Judicial en San Cristóbal para presionar que la acción se niegue y que la entrevista con el operador de justicia, Armando Salavarría Palma, se diera a puerta cerrada y que, de paso, se obsequiaron muebles para dicha unidad.

Respuesta de Jalkh
Gustavo Jalkh, a través de un comunicado, negó los cargos que le hace Milton Castillo e indica que en aquella visita a las unidades judiciales de las islas Santa Cruz y San Cristóbal, el 8 y 9 de enero, estaban en la agenda de las autoridades de la institución fue pública y que a ella tuvieron acceso los medios de comunicación locales.

Agrega que la denuncia de Castillo no solo es pueril, sino que constituye un cúmulo de elucubraciones mal intencionadas. (LC)