El evento se desarrolló durante dos días en la ciudad de Cuenca e hizo énfasis en la pobreza y la desigualdad.
Redacción CUENCA.
Leonardo Gómez• La tercera cumbre mundial de ‘Hambre Cero’ sobre Seguridad Alimentaria concluyó con la presentación de la Declaratoria de Cuenca, en la que se hace un llamado a los gobiernos del mundo a acelerar el paso y los esfuerzos por llegar a la meta de eliminar el problema del hambre en el año 2030.
“La pobreza, la desigualdad, el cambio climático, causantes del hambre, son problemas interrelacionados y representan grandes desafíos para la humanidad”, destaca el documento. “A pesar de ciertos avances registrados en los últimos años, la seguridad y la soberanía alimentaria siguen siendo derechos pendientes para millones de seres humanos en el mundo”.
Agrega que las regiones y sus gobiernos, junto a la sociedad civil y el sector privado, tienen una responsabilidad y un rol frente a esos retos.
Por ello, plantean 21 puntos de acción para la cristalizar los objetivos.
Planes de acción
El primero es destacar los esfuerzos de la comunidad internacional en materia del derecho a la alimentación en términos de seguridad y soberanía alimentaria, así como la magnitud del reto de llegar a 2030 a la erradicación de la pobreza y el hambre, que no son compatibles con los actuales modelos de producción, transformación y consumo.
También propone considerar a todas las personas como sujetos de derecho a una alimentación adecuada y que este debe ser garantizado por los Estados, sin exclusiones territoriales, étnicas, etáreas o de género.
El documento hace un llamado a los Gobiernos a comprender que el hambre, la pobreza y la desigualdad son fenómenos estructurales y estrechamente relacionados, que deben ser abordados y resueltos de manera integral.
Por la equidad
Se exige a los gobiernos la implementación de medidas que garanticen la erradicación de toda forma de violencia, y la promoción de un estatus social igualitario de las mujeres, especialmente de las indígenas, campesinas, rurales.
Otro punto a destacar es la preocupación sobre la evolución de la doble carga de malnutrición, tanto de la desnutrición crónica como del crecimiento del sobrepeso y la obesidad, con los problemas de salud derivados de ambas, que ocasionan la muerte de millones de seres humanos, sobre todo en las regiones más pobres del mundo.
Seguridad alinentaria y agricultura
Se propone también sensibilizar sobre la situación de seguridad alimentaria de las poblaciones en zonas de conflicto, o desplazadas por crisis humanitarias.
2.500
personas, representantes de todo el mundo participaron en la Cumbre Hambre CeroExigir acciones efectivas para reducir la pérdida de alimentos a lo largo de la cadena de producción y consumo. Así como ratificar la necesidad de impulsar sistemas agroalimentarios sostenibles.
Enfatizar en la importancia de la agricultura familiar y cooperativismo, así como promover el consumo responsable de alimentos, las dietas sostenibles y hábitos de vida más sanos.
Programas y políticas
° Como resultado de la Cumbre se exhorta a los gobiernos del mundo a promover programas de dotación de infraestructuras de comercialización, agua, riego y saneamiento en los territorios; asistencia alimentaria a poblaciones vulnerables ante emergencias; compras públicas directas de alimentos a organizaciones de agricultores; y, políticas de acceso de los pequeños productores a la tierra, al agua, a las semillas, a las tecnologías, al financiamiento, a las infraestructuras, y a los mercados con relaciones inclusivas.
También fortalecer el rol de las regiones en la generación de información, esquemas inclusivos de comercialización y estrategias que permitan eliminar las brechas entre los sectores urbano rurales, con una lógica de desarrollo territorial integral.
El documento pide compromisos en las regiones a asumir la formación de espacios de gobernanza participativa en torno a la seguridad y soberanía alimentaria, promoviendo la articulación de las políticas y de los niveles de gobierno central, regional y local.
Resultados a la espera
° La Declaración de Cuenca será entregada al Sistema de Naciones Unidas para que incorpore las acciones propuestas en su agenda de Seguridad y Soberanía Alimentaria y que se implemente a través de políticas, acciones, programas y proyectos concretos en beneficio del desarrollo territorial.