Con 30% de cámaras se vigila a 2510 reos

REVISIÓN. En Cárcel de Turi, se controla durante el estado de excepción.
REVISIÓN. En Cárcel de Turi, se controla durante el estado de excepción.

AZUAY. En el Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Turi, el 70 % de las cámaras de videovigilancia no funciona, algunas puertas que separan pabellones están averiadas y el escáner por donde entran alimentos e insumos a talleres no está operativo.

El último escándalo generado en el CRS fue la divulgación de fotos en donde Juan Andrés V., alias el Mangajo, disfrutaba una reunión junto a Bernardo O., acusado de un femicidio en el pabellón de Transitoria mientras otro reo hablaba por teléfono celular.

El 4 de agosto se filtró un video que evidenció cómo los internos del área de máxima seguridad quemaban un monigote de un lagarto para demostrar una dispuesta entre bandas y el 18 se difundió la filmación de reos festejando un cumpleaños y cortando un pastel con un cuchillo.

Rómulo Montalvo, director de ese centro carcelario que alberga 2510 reos, reconoció que la vigilancia en el interior de Turi tiene falencias que limitan el trabajo para mantenerla como un espacio de rehabilitación social. Una es la cantidad de cámaras de seguridad que no han sido reparadas tras los motines ocurridos meses atrás. Apenas funciona el 30 %, lo que da “vulnerabilidad en el tema de seguridad y cuando se da algún evento no tenemos cómo vigilar o supervisar a través de videovigilancia”, dijo.

Deterioros

Algunas puertas eléctricas que dividen los pabellones están dañadas tras los reclamos de los reos, y además la cantidad de guías penitenciarios es reducida, apenas tienen 110, cuando lo mínimo requerido es 300. El director reconoció que el escáner colocado por donde ingresan autos con alimentos o insumos para los talleres no funciona y por eso policías buscan algún objeto prohibido manualmente.

A los aspectos revelados por Montalvo, Belén Cabrera, quien dejó la dirección de Turi en mayo pasado, consideró la falta de una política pública para que los internos se reinserten a la sociedad. No duda al decir que actualmente son los reos los que “tienen el poder” en la cárcel y se evidencia tienen celulares, droga, alcohol, joyas, internet, dinero y, a veces, hasta llaves de puertas.

A su criterio, la vigilancia externa a manos de los militares no es la única solución del estado de excepción en las prisiones, pues considera que deberían enfocarse en temas de fondo sobre cómo reparar sistemas de seguridad y nuevos modelos de gestión.