Comienza caminata del Gobierno de Nicaragua a favor de la paz y de la justicia

Simpatizantes del partido de gobierno Frente Sandinista de Liberación Nacional en una marcha el pasado sábado. Foto: EFE
Simpatizantes del partido de gobierno Frente Sandinista de Liberación Nacional en una marcha el pasado sábado. Foto: EFE

Managua, EFE

Una caminata a favor de la paz y de la justicia por las víctimas que han dejado las protestas contra el Gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, comenzó hoy en Managua en medio de la crisis sociopolítica que en cuatro meses ha causado centenares de muertos.

La caminata es también para conmemorar los 40 años de la toma del Palacio Nacional, una acción contra la dictadura de los Somoza.

En la marcha participan miles de nicaragüenses, entre empleados públicos y seguidores del presidente Ortega, que en su mayoría cargan banderas del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Previo a la salida de esa caminata, que partió de la Plaza de las Victorias y culminará en la Avenida de Chávez a Bolívar, en un recorrido de unos cuatro kilómetros, la vicepresidenta del país, Rosario Murillo, reflexionó sobre el asalto al Palacio Nacional, ocurrido un día como hoy, en 1978.

«Hoy se cumplen 40 años de haber el pueblo nicaragüense conocido una de las proezas más grandes de la historia revolucionaria, estamos hablando de la toma del Palacio Nacional», recordó.

«El comando Rigoberto López Pérez, la operación muerte al somocismo Carlos Fonseca Amador, que fue comandada por el querido compañero comandante Edén Pastora Gómez (Comandante Cero)», continuó.

El 22 de agosto de 1978 un comando sandinista tomó por asalto el Palacio Nacional, donde hoy está ubicado el Instituto de Cultura y las oficinas del Parlamento Centroamericano, e hizo rehenes a los legisladores presentes afines al exdictador Anastasio Somoza Debayle.

El comando sandinista, integrado por 25 guerrilleros, asaltó ese edificio en el que funcionaba el Congreso y el Senado, en una acción que duró tres días y concluyó con la liberación de decenas de presos políticos.

Esa acción fue liderada por el «Comandante Cero», aliado del actual presidente Ortega y de los hoy disidentes sandinistas y opositores al Gobierno, Hugo Torres y Dora María Téllez.

Murillo, también primera dama, dijo que durante el acto pedirán que los responsables de las 198 muertes que ha dejado la crisis, según las cifras del Gobierno, «paguen por sus crímenes».

«No hay justicia con nuestras propias manos, no es ni vendetta ni venganza, es justicia a través de las instituciones respectivas. Un pueblo que clama justicia, un pueblo que clama derechos humanos para todos», afirmó Murillo.

Nicaragua está sumergida en una crisis sociopolítica que ha dejado entre 317 y 448 muertos, según distintos organismos de derechos humanos, aunque el Gobierno reconoce 198.

Las protestas contra Ortega y Murillo comenzaron el 18 de abril por unas reformas a la seguridad social, que finalmente fueron retiradas, y se convirtieron en la exigencia de que renuncie el mandatario, después de 11 años en el poder, entre acusaciones de abuso y corrupción en su contra.