Christian G., de 22 años,fue sentenciado ayer a 34 años y ocho meses como autor de violación y muerte de la adolescente Carolina A., en agosto de 2018, en el Comité del Pueblo.
Además, el Tribunal de Garantías Penales de Pichincha dispuso el pago de una reparación integral de 50.000 dólares. Los jueces ordenaron a la Fiscalía que se investigue por un posible fraude procesal a los peritos que estuvieron a cargo del CD, que contenía un video referente al caso.
Los familiares denunciaron en diciembre pasado la desaparición de este material, donde consta que el cadáver de la joven fue lanzado a un terreno baldío.
Pruebas
La fiscal especializada en Violencia de Género, María Alejandra Sigcha presentó 38 testigos y tres pruebas documentales.
La muerte de Carolina fue violenta, la causa fue asfixia por sofocación mientras era violada, según los testimonios de los peritos en medicina legal y en la histopatología, presentados por Fiscalía. Con ello que se desvirtuó la coartada de la defensa del procesado, que aseguró ante el Tribunal que el deceso de la adolescente fue por intoxicación alcohólica.
Tras la violación con resultado de muerte, Christian G. y A. D. M. A. (adolescente que ya fue sentenciado por este caso) llamaron a dos adolescentes, M. Y .T. C. y D. J. C. E. (sentenciadas por fraude procesal en junio de 2019) para que les ayuden a limpiar el cadáver de Carolina, a cambiarle de ropa y después dejarlo en un lote baldío.
Este caso mostró la existencia de una red de trata de menores y microtráfico de drogas que habría sido dirigida por el estadounidense Royce Phillips, alias ‘El Abuelo’.
En su testimonio, D. J. C. E. detalló la forma en que los cuatro lavaron el cuerpo de la víctima, que estaba cubierta de sangre y heces fecales.
También entregó pormenores al Tribunal de cómo Christian G. utilizó una funda plástica empapada de cloro y desinfectante para limpiar las cavidades de Carolina. (SE)
Pasos claves
° Otra de las pruebas fundamentales de la Fiscalía fue la reproducción de un audio y la presentación del informe de la pericia de extracción de información del teléfono móvil del procesado, del que se recuperó un mensaje que le envió a uno de sus contactos de messenger al referirse al deceso de Carolina: “Murió de una sobredosis de alcohol y de amor”.