Hablar de Carlos Rogelio Poma Capa es hablar de uno de los maestros lojanos de la sastrería que más tiempo llevan dedicados al oficio. A sus 77 años de edad, este artesano acumula una experiencia de 60 años en esta labor que le ha permitido vivir de una forma modesta junto a su familia.
Este artesano empezó en el oficio cuando tenía 17 años de edad. Fue su hermano mayor quien le enseñó a trabajar en la sastrería. También adquirió experiencia trabajando en otros sitios y capacitándose a través de varios cursos, lo que le ha permitido fortalecer su trabajo con el pasar de los años.
Confiesa que en sus planes no estaba ser sastre, sino estudiar Medicina. No obstante, por la falta de recursos económicos, tuvo que aprender el oficio. En una etapa de su vida trabajaba en el día, y en la noche estudiaba, lo que le permitió culminar su educación secundaria y universitaria. Obtuvo un título en Físico-Matemática y adquirió todos los conocimientos para dedicarse a la docencia. Sin embargo, cuenta que no ejerció esta profesión porque el salario, en su tiempo, era bajo y más bien la sastrería le garantizaba una mejor situación económica. En ese tiempo también ya tenía su propio establecimiento, y también ya había formado su hogar.
Indica que en estos 60 años en la sastrería hubo jornadas donde le tocó trabajar hasta las 01:00 del siguiente día, esto porque eran épocas donde había bastante trabajo. Sin embargo, todo eso le significaba suficientes ingresos económicos para su hogar.
Entre sus clientes han estado personajes que ocuparon algunos cargos de autoridades del cantón y la provincia. “Yo he hecho ternos para todo Loja”, cuenta en medio de una sonrisa.
Algo que no oculta este profesional de la sastrería es que actualmente, el trabajo es menor en comparación a años anteriores. Considera que la situación económica actual limita a las personas, quienes deciden priorizar otros gastos. Además, señala que la importación de trajes elaborados de otros países y que vienen a un menor costo, aunque de menor calidad, llaman la atención de los compradores. Otro aspecto que también ha influido para que la gente deje de mandar a elaborar trajes, es que prefiere alquilarlos.
Poma Capa es el gerente propietario de ‘Trajes Record’, su establecimiento donde confecciona y exhibe elegantes trajes para hombres, y que está ubicado en la calle Olmedo entre Mercadillo y Lourdes. En este lugar está desde el mes pasado. Antes de ello, durante 31 años, ‘Trajes Record’ funcionó en un local ubicado en la calle Bolívar entre Miguel Riofrío y Azuay.