Luego de 30 días, Batallón de Infantería Motorizada San Lorenzo, ubicado en la frontera norte, levantó su restricción sanitaria tras detectar que uno de los militares que leyó de Guayaquil era portador del coronavirus.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) recomendó en su momento a los de las Fuerzas Armadas dejar en el cerco epidemiológico a 110 de sus hombres, pero los comandantes decidieron que sean los 200 desplegados en esa jurisdicción.
“Luego de haber cumplido el tiempo de aislamiento en cumplimiento a los protocolos de salud, por presuntos casos de Covid-19, (el Batallón) retoma sus actividades en su jurisdicción, en apoyo a la Policía Nacional, por la emergencia sanitaria declarada en todo el territorio nacional”, lo precisa la Armada en un comunicado.
No se descuidó el control
Y aclara que mientras duró el aislamiento para evitar contagiar a la población civil, las tareas en la frontera fueron asumidas por el Batallón de Infantería de Marina ‘Esmeraldas’ en cumplimiento a las tareas asignada por el mando militar.
El jefe del Comando de Operaciones Norte que agrupa a los tres batallones de la provincia de Esmeraldas, Óscar Noboa Estrella, reveló cuando se activó la cuarentena el Batallón, 11 personas que reportaban problemas respiratorios, por eso se los separó.