35% de las empresas ecuatorianas tienen posibilidades de crecer

El retorno no es solo la sobrevivencia de los negocios, sino también su crecimiento, con el fin de poder generar empleo y mayores oportunidades.

La pandemia de la Covid-19 profundizó los problemas productivos del país. En el mejor de los casos, el inicio de una real recuperación será a partir de 2022; pero desde ahora se debe trabajar no solo para que sobrevivan el mayor número de empresas; sino también para que sus posibilidades de crecimiento aumenten.

Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID),

Ecuador debe tomar acciones en dos frentes:

  1. Disminuir las probabilidades de quiebra de los negocios existentes (17% grandes empresas, 53% Pymes y más de 70% microempresas)
  2. Revertir el persistente fenómeno de enanismo empresarial. Es decir, dentro de todo el universo de compañías que logran mantenerse en el tiempo, las posibilidades de no crecer y evolucionar son del 65%.

Condiciones para el trabajo

En otras palabras, no solo tenemos altos niveles de quiebra, sobre todo en Pymes y microempresas; además, no estamos generando las condiciones necesarias para que los negocios crezcan y aporten con más puestos de trabajo.

Ese aporte es indispensable si se toma en cuenta que el BID pronostica que una crisis prolongada provocaría una pérdida de alrededor de 250.000 empleos formales hasta finales de 2021; pero Ecuador ya alcanzó esos niveles de deterioro en septiembre 2020.

Triple flexibilidad y nuevo enfoque

Xavier Rosero, economista y gerente técnico de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), explicó, dentro de un foro organizado por la Universidad SEK, que para evitar mayor destrucción en el mercado laboral, y apuntalar a las empresas que siguen operando, la estrategia debe involucrar una triple flexibilidad: tributaria (acompañe el ciclo económico y reduzca cargas impositivas); laboral (más amplitud para el acuerdo entre las partes); y crédito (más fondos y menos trabas para la aplicación).

Solo $15 de cada $100 dólares en la economía vienen del sector externo no vinculado al sector petrolero.Sin embargo, para construir la recuperación, en el mediano y largo plazo, y aumentar ese 35% de posibilidades de crecimiento empresarial, la vía más efectiva es un nuevo enfoque que tenga como meta que el sector exportador duplique su aporte en la economía.

Si no se toman correctivos a tiempo, en 2040, se generan un 60% menos de oportunidades laborales en comparación con la situación actual.Ese enfoque no solo ayudaría a tener mayor crecimiento económico y más ingresos, a su vez, permitiría replicar las lógicas de competitividad de las empresas exportadoras, las cuales son 30% más productivas que el resto.

Objetivos

El desafío es inmenso, porque dependiendo de cuánto aumente esas exportaciones se extenderá el tiempo que nos tomará alcanzar los niveles de producto per cápita y crecimiento empresarial de países como Chile. Así, si nuestras ventas no petroleras suben, en promedio, 5% anual, llegaremos a mejores estándares en 2056; con 7%, el horizonte está en 2039; y con 10%, la meta se acorta hasta 2031. (JS)

No hay las condiciones para atraer los niveles de inversión extranjera que necesitamos. La mejor vía es el fomento de las exportaciones no petroleras”. Xavier Rosero, economista y gerente técnico de Fedexpor.