La fecha 18 de octubre no significará un día más en el calendario, pues fue en ese día del año pasado que dos pequeñas vidas inocentes murieron en la calzada.
Esa mañana, los niños Kevin, estudiantes de la escuela Don Bosco, cruzaban la calle Sucre frente al colegio Sánchez y Cifuentes cuando un bus de transporte escolar los embistió.
Esta imagen no sólo causó dolor en los familiares de las víctimas sino en la población imbabureña, pues se calificó a las muertes como el precio a la imprudencia del chofer.
A pesar que Edgar Jurado Rubio, el conductor, fue detenido y luego salió en libertad, las investigaciones continuaron. Ayer, cuatro meses después del hecho el supuesto causante fue citado al Juzgado de Tránsito para la audiencia.
Los acusadores, el supuesto responsable, los testigos y los técnicos en temas de tránsito participaron en la audiencia. La defensa del conductor recalcó que el accidente fue producto de la imprudencia de los menores y que caminaban sobre la línea cebra. En contra a esta versión se dijo que la falta de precaución fue del chofer.
Aún así, quien decidirá la culpabilidad del caso será el juez y el pronunciamiento se conocerá el próximo lunes.