Luis Macas, un líder que caminó descalzo

Luis Macas, candidato presidencial de Pachakutik.
Luis Macas, candidato presidencial de Pachakutik.

“Me pisaban, me dañaban el peinado y se burlaban”, así recuerda su paso por la educación primaria Luis Macas, el candidato presidencial de Pachakutik, quien nunca se dejó vencer, ni renunció a su identidad.

La historia de Luis Alberto Macas Ambuludí, el máximo líder indígena que hoy se postula a la Presidencia de la República, se inicia un 3 de junio de 1950 en el poblado de Saraguro.

Durante su infancia Macas conoció, se adentró y respetó al máximo las enseñanzas de sus padres y de los sabios de su comunidad, sin saber que su destino sería mantener una cultura que históricamente fue rechazada.

Su máxima prueba llegó durante la educación primaria, cuando fue a una escuela donde la mayoría de niños eran blancos y mestizos.

A su primer día de clases Luis Macas fue descalzo, como acostumbraba en su comunidad, con los otros niños saraguros de la nacionalidad Kichwa.

“Me pisaban, me dañaban el peinado y se burlaban”, recordó Macas, quien desde ese momento empezó una gran lucha interna para darse valor y ser tolerante ante la crueldad de los otros.

Por eso, mientras los otros niños de su comunidad se cortaban el pelo y cambiaban sus ponchos por otros vestidos para ‘ser aceptados’, Macas nunca dejó que la discriminación le hiciera olvidar su identidad.

“En la soledad aprendí a resistir y ser tolerante” dice el hombre que se llegó a convertir en uno de los mentalizadores y fundadores de la organización indígena más grande y representativa del Ecuador, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) creada en 1986.

Pruebas de vida
Claro que antes de dar ese salto, el gran líder indígena tuvo que pasar por otras pruebas que fueron igual de duras.

Al terminar su educación en el ciclo básico del colegio Macas tuvo que dejar a esa comunidad, que contribuyó a forjar su inquebrantable pensamiento.

Para ese entonces había aprendido a tocar instrumentos de viento como la quena y el rondador y formaba parte de un grupo de música andina.

Sus dotes musicales lo llevaron a Cuenca, donde tuvo una presentación en un colegio militar, donde por un pedido de un compañero de su grupo le dieron una beca para estudiar.

“A mí me gusta la vida militar” recuerda Macas, al rescatar el recuerdo del rector que no sólo le brindo la oportunidad de volver a estudiar, sino que le permitió usar las insignias militares encima de sus vestimentas tradicionales.

“Esa fue una gran muestra de respeto a mi cultura”, agregó Macas, quien al cabo de un año y medio tuvo que dejar ese colegio por un cambio de autoridades.

Nuevamente solo y en una tierra extraña. el cadete Macas, quien conservó su trenza y su cultura por encima de las insignias militares decidió aventurarse en el colegio Benigno Malo de Cuenca, donde también obtuvo mucho respeto y respaldo de las autoridades.

En el colegio lo recibieron bien, pero tuvo que enfrentar el racismo de las personas que no comprendían que ese joven llegara para dar un cambio a dicha sociedad.

“Era un bicho entre tantos estudiantes”, bromeó Macas quien con una sonrisa recuerda los buenos y malos comentarios que se hacían a su costilla.

La intolerancia contra los pueblos indígenas no terminó con el título que recibió en la secundaria. En la Universidad Central del Ecuador, un profesor también se convirtió en una prueba que tenía que superar con sabiduría.

“Me llamaba Salasaca y yo le había explicado la diferencia de mi cultura”, recordó Macas, quien tuvo que darle a su maestro una cátedra de lo que era su nacionalidad y su comunidad.

El oficio de un líder
Con estudios en derecho, antropología, y lingüística, Luis Macas llegó a ser uno de los líderes más carismáticos del movimiento indígena ecuatoriano.

Fue electo Diputado Nacional en 1996 por el Movimiento Político Pachakutik, fue también Ministro de Agricultura durante la alianza política durante los primeros meses de 2003, y desde el 2004 fue, nuevamente, presidente de la Conaie.

Macas, quien también ha sido el mentalizador y primer rector de la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas Amawtai Wasi (Casa del Saber), es visto con mucho respeto por otros líderes indígenas como Gilberto Talahua, presidente nacional de Pachakutik.

“Considero que Luis Macas es una persona seria, responsable y con posiciones firmes y claras”, dice Talahua, quien conoció a Macas durante el Gran levantamiento Indígena de 1990.

“Ya había escuchado de él, pero fue en ese momento que descubrí a un líder que era respetado por las bases”, agregó Talahua, quien comentó que en las asambleas todos lo escuchan pese a las críticas que existan en su contra.

Con una visión más profunda y espiritual Patricio del Salto, ex sacerdote y asesor de campaña, considera que Luis Macas es un humanista que jamás claudica en sus ideales y postulados.

Lo conoció cuando era sacerdote en la línea de Monseñor Leonidas Proaño y supo que Macas también creía en la evangelización y en la teología de la liberación.

“Lo considero un hermano de la vida y en los ideales”, asegura el ex sacerdote, quien considera que a Macas no le embriaga el sabor del poder ni de la soberbia.

Explicó que el comportamiento de Macas es igual en una comuna que en un Ministerio, siempre es humilde y sereno.

A forma de anécdota comentó que cuando Macas fue diputado y no había gas en una zona de Latacunga, empezó a recoger leña, la prendió y se puso a cocinar un locro de sambo muy rico.

“Macas es un hombre sabio que sabe conjugar el mundo occidental con la cosmovisión de los pueblos indígenas, no en vano sigue la propuesta de crear un estado plurinacional y multicultural”, asegura Patricio del Salto, quien considera que Macas es un líder que se ha formado en la vida.

En el hogar
En su casa Macas es un padre amable y un buen esposo, precisamente por ello lo que más extraña es estar con su familia.

En su hogar le gusta cocinar, de la forma en que le enseñó su madre y encontrarse con la tierra y con el campo, como le enseñó su padre.

En cuanto a la cocina confesó que le gusta preparar fréjol, arvejas, maíz, tortillas humitas y un buen cuy para compartir con su esposa e hijos. Eso sí, en su casa nunca puede faltar una buena chicha para recibir a los invitados.

Su hogar también es un refugio dedicado a la lectura y a los escritos de análisis políticos y económicos que, con el tiempo, reemplazaron a la poesía y a las canciones que llenaban el corazón del líder indígena.

La mayor tradición que se relaciona con el hogar de Luis Macas tiene que ver con el campo, donde siempre acude a la época de siembra, desyerbado y cosecha para trabajar en su tierra.

Sus frases
“Empecemos a construir una sociedad en la que podamos crecer compartiendo cultura y conocimientos, en un espacio de derechos en el que podamos los pueblos indígenas aportar a una sociedad armónica”.

“Si alguien, si una nacionalidad o un pueblo, se impone sobre los demás las cosas no funcionan. Tenemos que trabajar por encontrar los vínculos que nos acerquen, en un espacio de respeto”.

Datos personales
Luis Alberto Macas Ambuludí

Nacimiento: Saraguro-Loja, 3 de junio de 1950.
Nacionalidad: Kichwa, pueblo Saraguro.
Idiomas: Kichwa, castellano.
Estudios Superiores:
Lingüística, ‘Pontificia Universidad Católica del Ecuador’ (PUCE), Quito.
Jurisprudencia, ‘Universidad Central del Ecuador’, Quito.
Antropologia, ‘Pontificia Universidad Católica del Ecuador’ (PUCE), Quito.

Con esta entrevista, LA HORA inicia la publicación del perfil de todos los candidatos a la presidencia del Ecuador en las elecciones del próximo 15 de octubre.