El museo los Caranquis en su máxima expresión

Existen ollas que se usaban para la cocina.
Existen ollas que se usaban para la cocina.

Por: Kayla Fiedler

Ibarra, La Hora

A cinco minutos del centro de Ibarra se encuentra el museo Arqueológico de Caranqui reabierto hace tres meses. El lugar captura la historia de los Caranquis y su presencia en la actualidad.

Seguro alguna vez muchos se preguntaron ¿Quiénes somos? Pues bien, nuestras identidades están formadas por el lugar de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Los pasos del pasado por los descendientes de los Caranquis son importantes por los habitantes de la Sierra Norte. Los Caranquis dominaron el territorio entre el río Guayllabamba por el sur y el valle del Chota-Mira, por el norte, entre los años 1 y 1525 después de Cristo.

La existencia de una variedad de pisos climáticos en esta región les permitió utilizar una gran diversidad de bienes naturales y económicos. Además, los Caranquis desarrollaron un sistema de agricultura intensivo y extensivo.

Conocieron técnicas para la agricultura como la construcción de terrazas para el uso correcto de los terrenos en ladera y el riego artificial por acequias.

El museo lo fundó Galo Martillo y el Municipio de Ibarra hace 15 años, en 1992. Lo hicieron para preservar la imagen de los Caranquis. Recientes investigaciones aseguran que se construyó en un baño de los Incas, en el Parque de Caranqui. Es más, los últimos hallazgos evidencian la presencia de vestigios que dan cuentas de que existía un baño de los Incas en las cercanías del museo.

Lamentablemente, los pocos recursos obligaron a cerrar el museo en el año 2000, pues dos años antes del cierre, la Corporación Ecuatoriana de Turismo (CETUR) y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador en Ibarra (PUCE-I) proveían recursos para el museo. Sin embargo, pasaron los años y el Fondo de Salvamento del Cantón Ibarra (Fonsalci) y la Corporación Técnica Belga (CTB), se empeñaron en abrirlo y lo hicieron.

La situación no es del todo buena, porque todavía no existen suficientes ingresos para mantener el museo de Caranqui y tampoco guías especializados en el tema.
El mueso es una colección rica de los aspectos de la historia de los Caranquis. Se puede seguir la cultura y las experiencias de los habitante, que ocuparon esas tierras anteriormente. La emoción que expresan los preservadores del museo crea una experiencia intelectual y personal. Los primeros pasos en el camino muestran elementos geográficos de este periodo. Se observan imágenes de los volcanes y la historia de la destrucción de las provincias. También hay mapas de las tribus diferentes de los Caranquis en la Sierra Norte.

Los Caranquis son famosos por su construcción de los montículos artificiales o tolas. Esas creaciones fueron construidas por los Caranquis para los líderes de las tribus, creaciones que todavía existen en la región. El museo tiene representaciones de los tolas de los muertos.

En los épocas prehistóricos el intercambio de los productos era necesario para que sobrevivan los habitantes. Los Caranquis cambiaban sus bienes naturales, como algodón, hoja de coca, y ají por rutas en la Sierra Norte. El maíz era un producto importante para los Caranquis y existe un mapa en donde se puede ver los círculos del maíz, es decir, cómo se comercializaba y el cambio a través del tiempo. Con los influencias de los Aztecas, los Caranquis descubrieron que la espalda era mas fuerte que los brazos para cargar cosas.

Uno de los puntos más impresionantes de los Caranquis era el conocimiento de la tecnología agrícola, que para ese tiempo fue exitoso. Además, el mueso tiene figuras de los sistemas agrícolas de los Caranquis.

Figuras y vestigios

Las cerámicas hermosas de los Caranquis datan de los años 1 – 1483 D.C marcan el camino de sus influencias que se mantienen hasta nuestros días. Se ha puesto a pensar que sin esos descubrimientos cosas básicas como cocinar fueran casi imposibles.

Las más antiguas son las ollas zapatifane. Esas cerámicas tienen la forma de un zapato que usaban para hacer líquidos específicos calientes. Las ollas trípodes eran perfectas para usos domésticos. Tenían piernas más altas para levantarlas arriba del fuego. Otras cerámicas las formaban con marcas de oro.

El gobernante del Imperio Incaico, Atahualpa, es conocido como el último Inca. Por eso, la influencia de los Incas está expresada en los elementos culturales de los Caranquis. El museo comparte las influencias de los Incas con ejemplos de vestidos, cerámicas y mapas de sus territorios. Las tolas de los Caranquis son parecidas a las construcciones de los Incas. Por ejemplo, los baños en las tolas tienen la misma estructura de escaleras de Machu Pichu.

El mueso fue una atracción de gente en todo el mundo e intenta volver a serlo. Extranjeros de Europa y Alemania viajan a Ecuador para compartir en las experiencias culturales. Los mexicanos disfrutan el mueso por lo similar de las culturas. También llegan estudiantes de la Costa Ecuatoriana, que quieren aprender más sobre la cultura Caranqui. Entonces, por qué no visitarlo si está cerca de usted. Haga la prueba.

TOME NOTA

El museo abre de martes a domingo de 08h00 a 17h00. El costo es 50 centavos para adultos y 25 centavos para niños.