
Golpeados, quemados, sin sistema de amortiguamiento o sin pedales que permiten levantar las tapas. En esas condiciones se encuentran 1.500 contenedores de basura que se adquirieron en los últimos años para recolectar la basura de la ciudad.
Cada uno está valorado en 2.000 dólares. Esto quiere decir que una inversión de $3 millones se está perdiendo por daños y un inadecuado manejo por parte de la ciudadanía.
Según información de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo), actualmente 5.227 contenedores están en buenas condiciones, cuando la idea era contar con 7.000 operativos.
Desde Emaseo explican que es necesario que los usuarios adquieran mayor cuidado de estos mobiliarios, y que no boten dentro escombros de construcción o elementos muy grandes que puedan dañarlos.
En Solanda tuvieron que reubicar 209 contenedores que no eran aprovechados en toda su capacidad. Además sustituyeron 27 por daños.
‘En emergencia’
El sistema de contenedores ha sido catalogado por Emaseo en “estado de emergencia”, y una de las causas de su deterioro fue que muchas de estas estructuras eran llevadas hasta la estación de transferencia, en Zámbiza, donde eran desalojados “de manera inadecuada”, para lavarlos y regresarlos a los sitios de origen.
Actualmente, en ningún barrio se han quitado los contenedores. Emaseo contempla su desinfección dos veces por semana, no solo de la estructura, sino de los alrededores donde está instalada. (JDC)