“Vacuna” para la corrupción

¡Finalmente llegó el día! Es oficial y confirmado llegaron las vacunas contra el coronavirus al país e inició el proceso de colocación, larga espera que aún desespera, fiel reflejo de la inoperancia de un sistema de salud desorganizado, inepto e inoperante.

Los ecuatorianos vemos cada vez más lejano el día en que podamos vacunarnos, ¿cuándo nos tocará? es la pregunta que nos hacemos a diario los comunes mortales que anhelamos al menos lleguen para todos antes de finalizar el año.

Y ante esta pregunta seguimos sumidos en la incertidumbre, más aún con los recientes casos, dos personas del área administrativa del Hospital Carlos Andrade Marín en Quito, fueron vacunadas “sin estar en la lista” pues fácilmente burlaron el proceso, a toda vista enmarañado, y es un típico caso de funcionarios bien palanqueados que una vez más le metieron mano.

Para los casos revelados se conoce que supuestamente las dos funcionarias fueron despedidas, pero ¿qué sucede con el proceso? Una solución seguramente muy ágil pero también poco atinada, deberían ser investigados y juzgados por sus actos todos los involucrados. El daño que producen estos hechos es incalculable no se puede permitir actos irresponsables, exigimos se sancione a todos aquellos que permitieron estos hechos se den.

Hace un par de días el Ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, manifestó que la vacuna no se comercializará en el sector privado para evitar la corrupción, pero asegura que se está analizando la posibilidad de que lo realice el Municipio de Quito o la Asamblea Nacional, me pregunto ¿estas instituciones garantizan procesos honestos? Estas aseveraciones me dejan más turbada y con menos expectativas de que la vacuna llegue a quienes realmente lo necesitan.

Ni la gran esperanza de la vacuna se salvó de las vivezas de nuestros queridos representantes, esperamos la ciencia logre encontrar la cura para el gran mal que sigue matando de hambre a los ecuatorianos: la corrupción.

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