Los cuatro acuerdos

Arranqué este año retomando el hábito de la lectura. Al llegar al tercer libro: “Los cuatro acuerdos”, me di cuenta que de tenía que iniciar nuevos hábitos que iban a permitirme cumplir todo lo que me propuse. Hoy, lo comparto.

I. Ser impecable con las palabras. Estas dan poder a todo lo que quiero crear. Todo lo que pienso, digo y hago debe tener armonía. Quien soy, se refleja a través de estas tres premisas. Lo que decimos nos esclaviza o nos libera. Las personas nos hablamos constantemente, y ser impecables y honestos con nuestras palabras permitirá que seamos en esencia y transformemos el miedo en amor.

II. No tomarse nada personal. La única manera de ver a quienes nos rodean, es que, todo aquello que llegue a nosotros, no lo tomemos ni personal ni en ofensa. Hay una frase maravillosa del libro que dice que “sin ese miedo, viajarás por el mundo con el corazón abierto” y nadie te herirá. Todo es cuestión de percepción. No hay nada malo, depende de cómo lo miremos. Mantener las expectativas bajas sobre el resto, ayuda.

III: No supongas. Estamos acostumbrados a asumir, pero no a ser frontales, preguntar y ser honestos con el corazón. ¿Cuánto dolor y problemas ha causado el ‘suponer’? El que supone sufre, se predispone y se atormenta. La seguridad sobre las cosas que queremos, creemos y comunicar, nos evitará ese sufrimiento.

IV: Haz siempre lo máximo que puedas. Este acuerdo solo requiere entender que, vinimos a ser felices, no a sacrificar nuestra alegría ni nuestra moral. No somos las cosas que producimos, somos las risas que compartimos. Somos la calma de ir a dormir con el corazón en paz. No necesitamos probar nada, solo ser, arriesgarnos a vivir y disfrutar de esta existencia.

Gracias Miguel Ruiz, entendí todo. Estoy lista.