Banca y Estado

No es incompatible la profesión de banquero con el ejercicio del mandato presidencial. Todo lo contrario, en la banca se otorga un servicio a cambio de una tasa, lo que significa que nada es «gratuito», porque todo tiene un costo. Aplicado este criterio a la administración estatal, el banquero entiende inmediatamente que las personas necesitan trabajo para obtener bienes y servicios, porque nada en una administración responsable, eficiente, puede ser gratuito. Lo que alguien obtiene gratis, a través del Estado, es porque a alguien le robaron su ahorro, le confiscaron su ingreso mediante impuestos extorsivos, o le negaron ingresos producidos por bienes nacionales: petróleo, minería, para destinarlos en beneficio de un segmento de población; al que se le debe dar herramientas y enseñarle a trabajar, para que no pida subsidios. Por tanto, toda propuesta de «gratuidad» es irresponsable, criminal, por engañosa, cínica e indolente con los sectores sociales necesitados, a quienes hay que sacarlos de su situación, mediante generación de fuentes de trabajo, obra pública, oportunidad de emprendimiento con exención de impuestos, créditos a mínimas tasas de interés, a 30 años de plazo, para asegurar su incorporación al desarrollo. Eso se logra estructurando un ordenamiento legal que otorgue seguridad jurídica a través del respeto a la propiedad privada, a la generación de empleo, al orden estatal, para atraer inversión, eliminando trámites, requisitos, creando normas de incentivo a la producción y emprendimiento, cobrando e invirtiendo con eficacia, solo 2 impuestos: renta e IVA, determinados de modo razonable. El Estado debe asumir su función de regulador, no de regalador, porque no es propietario del dinero de los contribuyentes. Las políticas pseudo humanistas que en el discurso plantean el repudio al capital, la gratuidad de servicios, terminan destruyendo la economía, despilfarrando recursos, estimulando vagancia; lo cual crea una masa desocupada que es el caldo de cultivo, donde prosperan oportunistas, canallas, narco-comunistas e irresponsables.

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