Los candidatos presidenciales y parlamentarios han volcado sus propuestas de campaña a las plataformas digitales, sin los formatos adecuados según expertos.
Restan 27 días para que se lleven a cabo los comicios generales en los que, 16 binomios presidenciales buscarán un lugar en la Presidencia de la República por un periodo de cuatro años, 137 asambleístas (15 nacionales, 116 provinciales y seis del extranjero), una curul en el organismo legislativo y cinco parlamentarios andinos para cinco años.
El 31 de diciembre del 2020 se dio inicio oficialmente a la campaña electoral para las elecciones generales que tendrán lugar el 7 de febrero. Pese a que el CNE determinó esta fecha para que los candidatos arranquen con las propagandas políticas, muchos de ellos se ‘adelantaron a la jugada’ e iniciaron este proceso en diversas plataformas digitales como: Youtube, Facebook, Instagram, Twitter, Snapchat, Telegram, WhatsApp, entre las más conocidas.
¿Qué han publicado?
Candidatos como Guillermo Lasso y su binomio Alfredo Borrero han seguido una línea seria en sus publicaciones. Trabajo, reactivación económica, internet, educación y salud de calidad son algunas de sus propuestas para llegar a la presidencia y eso ha sido lo que han querido transmitir a sus seguidores en redes
Andrés Arauz, por su parte, se ha mantenido en una línea informal, acercándose a la gente por medio de videos cortos en lo que revela sus gustos musicales y exhorta a sus seguidores a realizarle preguntas de carácter personal “para conocerlo más”.
Xavier Hervas, de la Izquierda Democrática es -quizá- el candidato que más ha llamado la atención en este sentido. Hervas, guayaquileño de nacimiento, pero radicado en Quito, tiene más de 30 mil seguidores en la red social Tik Tok, misma que tomó fuerza a raíz de la pandemia.
Ximena Peña, candidata por Alianza País, por su parte, comparte videos y fotografías de los recorridos que ha hecho a nivel nacional junto con sus compañeros, entre los cuales destaca César Litardo, actual presidente de la Asamblea Nacional, quien se encuentra con licencia sin sueldo para continuar con la campaña; y, los simpatizantes del movimiento que llevó a la presidencia a Rafael Correa en 2007.
¿Es diferente a la campaña tradicional?
Rubén Zavala, responsable del MediaLab Ciespal, apuntó que la pandemia obligó a modificar los procesos normales de campaña y que los candidatos no adecuaron sus campañas al ámbito digital adecuadamente. “Pienso que esto será un aprendizaje, así como pasa con el sistema educativo, por poner un símil.
Lo que ha sucedido es que se han volcado los contenidos al ámbito digital, sin tomar en cuenta que la metodología -en función de los formatos- cambia totalmente. Hay una primacía de la imagen e inmediatez en lo digital. Entonces, lo que han hecho los candidatos es mantener los discurso y difundirlos por las plataformas digitales, de ahí que suena poco real, poco creíble, los intentos de algunos candidatos por utilizar el Tik Tok para llegar a un público joven”. El cuál está representado en el 17% del voto facultativo.
Zavala fue firme al decir que “hubo poca preparación y comprensión de que el formato en lo digital plantea otros desafíos como la posibilidad de llegar a cualquier persona, a través de sus celulares con la ventaja de poder llegar con un mensaje y la desventaja de ser invasivo, porque nos encontramos una cantidad de contenido electoral que terminamos descartando porque no generan interés”.
Ciertamente mucha de la publicidad o propaganda electoral que circula en redes sociales se ha manejado bajo parámetros de difusión de propuestas de campaña, pero también están aquellos elementos externos como los denominados ‘Troll Center’, memes y videos descontextualizados que en muchas ocasiones atentan directamente con los principales actores. Insultos, burlas, fotografías, informaciones falsas, entre otras, son algunos de los contenidos con los que también deben lidiar -día a día- los usuarios de internet.
DATO
El 7 se febrero se prevé que cerca de 13’099.150 personas acudan a las urnas.
Para, Cristina Martínez, docente investigadora en comunicación, las redes sociales son más que espacios de comunicación, a más de ser autopistas de información, “por ellas circulan emociones de cientos de miles de personas”, lo que hace que sea necesario establecer algunos parámetros. “La regulación debe ser cuidadosa de la democracia”.
Asimismo, muchos de los candidatos iniciaron con propagandas sugestivas o que inducían al voto, previo al lanzamiento oficial de campaña, hecho que si hubiese sucedido en los medios tradicionales significaría una multa desde 11 hasta 20 salarios unificados, destitución y/o suspensión de los derechos de participación que podría ir desde los seis meses hasta los dos años, según el Código de la Democracia.
Elecciones en época de pandemia
El proceso electoral ha continuado su curso, pese a la pandemia desatada por la covid-19. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral se ha visto en la necesidad de rever ciertos procesos que no podrán llevarse a cabo de forma presencial para evitar el contagio.
Entre los principales puntos está el manejo de la campaña electoral a través de las redes sociales, para lo cual el pleno del CNE aprobó que las organizaciones políticas y candidatos de las diferentes dignidades de elección popular presenten los gastos en campaña electoral en estas plataformas digitales; disposición que emana del reglamento para el Control y Fiscalización del Gasto Electoral.
La normativa
Esta disposición es nueva en la legislación electoral, y en su artículo 47, resalta que en el «caso de anuncios contratados en línea con proveedores o prestadores de los servicios de redes sociales y páginas web con domicilio nacional o extraterritorial, ya sea de forma directa por el candidato, el responsable del manejo económico o procurador común de la organización política o alianza, o de forma indirecta a través de intermediarios, la comprobación se realizará por medio de factura o comprobante de venta expedido por los proveedores o prestadores de los servicios de redes sociales en el formato proporcionado por el sitio en línea».
Los actores políticos también deberán reportar los gastos en servicios profesionales de diseño o asesoría en publicidad electoral. «Los servicios profesionales o personales prestados antes y durante la campaña electoral, por concepto de asesoría o diseño de publicidad electoral, serán valorados y reportados por el responsable del manejo económico, por cada dignidad, binomio, lista y jurisdicción, en la cual prestó sus servicios, adjuntando el respectivo comprobante de venta autorizado por el Servicio de Rentas Internas (SRI) o proforma o cotización, cuando se trate de una aportación en especie», cita uno de sus artículos.
Aún con las improvisaciones y los intentos por adaptarse a las plataformas digitales, hay quienes aún apuestan por el manejo de campaña a nivel promocional con: panfletos, afiches, carteleras, banderas, camisetas entre otros elementos que han sido característicos de esta pandemia como mascarillas, alcohol y gel antibacterial. (MPH)