Se acerca la noche buena

Álvaro Peña Flores

La novena y villancicos, la locura de las compras, el intercambio de regalos, la comida, las borracheras y demás actividades entre amigos, compañeros y familiares que son propias de las festividades navideñas van dejando un sabor agradable en todos.

Se acerca la noche buena, y son muchas las razones por las que es buena y no deja de serlo. Buena, porque aún podemos disfrutarla; buena, porque aún estamos vivos; buena, porque se nos abre una esperanza que viene en nuestro auxilio. Siempre he creído que el fin último de este acontecimiento es profundamente bueno; no porque nos reunamos con quienes amamos o con quienes tengamos afinidad, sino porque lo que se celebra es un nacimiento. Independientemente del credo o religión que profesemos, inclusive si no tenemos alguno; pero el fin es bueno, la confraternidad, el donarse con algo o con alguien, el compartir un momento, un bien o algún don siempre será motivo de exultación.

La alegría y la expectación por la navidad nunca pasarán de moda, así: chicos, grandes o viejos siempre esperamos algo, siempre anhelamos que nazcan días mejores, nuevas emociones, nuevos momentos, nuevas personas, nuevos acontecimientos, nuevos amigos, nuevos amores. La espera por sí sola es muy gratificante, y llena mucho mejor si lo que recibimos es lo que esperábamos.

Más allá de la foto para las redes sociales o demás excentricidades que suelen darse, no dejemos que lo comercial opaque lo que en realidad importa, la esperanza, el cariño y el afecto.

Con ello también termina un ciclo y surge otro, un nuevo año, cargado de muchísima esperanza, creo que todos coincidimos un anhelo mayor.

Que esta noche buena se convierta en espléndida y que de nuestro corazón nazcan todos los dones sublimes y perfectos.

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