En la puerta del horno…

Andrés Pachano

El influjo poderoso de la opinión pública, ha echado por los suelos un acuerdo diseñado para el control de la Asamblea Nacional por la inveterada alianza Partido Social Cristiano-UNES con CREO, el partido del Presidente Lasso elegido el 11 de abril. Aquella persistente alianza entre el PSC y el correísmo ha quedado nadando solitaria en sus propias procelosas aguas, luego de la escisión causada -es de entender- por el Presidente elegido.

Ese acuerdo, cuya existencia se rumoraba con insistente inquietud en vísperas de la instalación de la nueva Asamblea, al parecer tenía como propósito fundamental la creación de una ‘Comisión internacional de la verdad’ (según lo dicho por la asambleísta Correa) que se encargue de la revisión de los procesos de la justicia nacional llevados en contra de -fundamentalmente- altos integrantes del correísmo cuando ellos fueron gobierno. Esas comisiones de la verdad, sus “cartas del nunca más” por ejemplo, aquellas del “perdón y olvido”, en América del Sur no han sido nada más que eso: olvido y negación; han resultado ser el imperio de la sinvergüencería estatal, de la impunidad en nombre de la paz interna, en nombre de reconciliaciones, de gobernabilidades.

De la tensa y larga jornada de la sesión de instalación de la Asamblea Nacional emerge un triunfador: el Presidente elegido; su golpe de timón dado, tan solo cuando faltaban horas para su concreción y que ha propiciado un nuevo acuerdo entre CREO, Pachakutik, Izquierda Democrática e Independientes, le concede, a más de una mayor credibilidad en la población, un campo más amplio para la necesaria gobernabilidad con la Asamblea Nacional; su partido político (CREO), de haber persistido en el acuerdo con los aliados UNES-PSC, le habrían convertido en un rehén de dicha alianza.

Habrá que ver cuánto pesa en el futuro esta victoria política; como habrá que ver también cuánto pesará en el futuro la derrota de Correa y su movimiento, la de Nebot y el PSC y también cuánto le  pesará al otro derrotado en esta contienda, el abogado Yaku Pérez, vencido por su propio partido en cara a su dogmática postura, contraria a la colaboración.

Como que se les quemó el pan….