Nunca han existido tiranos y canalllas de la historia, sin imbéciles que los endiosen por ignorancia, fanatismo o mezquino interés personal. De allí surgen esbirros, lacayos y serviles vinculados a candidaturas, negocios, contratos, cargos, designaciones; esos son el grueso que sostienen al tirano, al canalla. El narco-comunismo crea intereses para que le sirvan de apoyo económico y político. Así se explica el aparecimiento de nuevos ricos, surgidos del atraco a los bienes de la Nación y los inamovibles funcionarios, cuya ineficiencia, ineficacia y mediocridad, solo son superadas por su servil «lealtad», a lo que denominan «proyecto político», que no es otra cosa que el saqueo del país y sus instituciones. Aún sobrevive la misma estructura de la década infame, sin el innombrable. El delincuente huyó, pero no todos los infames de la década robada. La continuidad a través de otras personas y formas, es la consigna narco-comunista. Por ello no pasa nada en ningún caso: pativideos, narcovalija, gran hermano, la farsa de Yachay, Palo Azul, metida de mano a la justicia, compra de medicina expirada, millonario despilfarro para espiar, intercambio de crudo por derivados entre Petroecuador y Pdvsa, cheque cervecero de la Corte Constitucional, helicópteros DHRUV, la mentira del 30S. crímenes de lesa humanidad: Froilan Jiménez, Naula, Julio Logroño, Ab. Wellington Alcívar, Fausto Valdiviezo, Tnte. Coronel Jhon Merino, Oscar Caranqui, Santiago Zurita, José Tendetza, Quinto Pazmiño y esposa, Mauricio Montesdeoca, Gral. Jorge Gabela, Walker Vera, Bosco Wisuma, el desvío de 18.436mill. del IESS, la apropiación de 5.872 mill. de la reserva nacional del Banco Central del Ecuador, la apropiación de 2.140 mill. de la reserva internacional del BCE, los 4.830 niños abusados. No contamos con la fuerza pública, neutralizaron a los guerreros, al resto lo convirtieron en soldadezca asalariada; sus mandos solo se preocupan de su ascenso y retiro. Debemos organizarnos, impedir que gane el narco-comunismo:1,2,5,17,18,20,35. Caso contrario, nos cubanizan.
