Un circo

Esto es un circo. Lo de Giovanny Andrade y el partido de alquiler Unión Ecuatoriana, es un bochorno sideral. Los propios directivos de su partido le acusan de plagio del plan de gobierno con información sobre el Ecuador de Wikipedia, y le quitan el respaldo. Pero el binomio igual va a elecciones, porque ya está inscrito. Sin embargo, es un indicador de la decadencia del sistema político ecuatoriano.

Partidos de alquiler, sin ninguna convicción ni procesos de democracia interna. Así, el binomio de Álvaro Noboa con el partido Justicia Social está aprobado por disposición del Tribunal Contencioso Electoral, pese a que no hizo elecciones primarias.

El binomio correísta Arauz-Rabascall fue inscrito con otro partido de alquiler, UNES, y tampoco hubo procesos de democracia interna. Además, para no olvidar, que es de Ripley, Arauz presentó en su inscripción la cédula de otra persona. ¿Cabe una equivocación así en cualquier persona normal? Sí, normal… Puede entenderse que alguien se olvide la cédula y presente una cédula vieja que carga por nostalgia, o la licencia, para tratar de resarcir el olvido. Pero, presentar la cédula de otra persona es suplantar identidad. Por otra parte, ¿quién fue el funcionario del Consejo Electoral que permitió este desaguisado? El funcionario es cómplice y debería haber sido destituido por incapacidad para el cargo. Porque o es ciego o no tiene ni la capacidad intelectual propia de un niño, para darse cuenta de que el requisito no se cumple con una cédula de otra persona. Suena a chiste, pero es dramáticamente cierto. ¿Qué sucedería si uno presenta una licencia de otra persona? Con otra cara y otros nombres y apellidos… ¿O si alguien llega al país con pasaporte ajeno? Sería un delito punible, para la persona que hace esa suplantación de personalidad y para el funcionario de la dirección de migración aeroportuaria que le deja entrar. Sí, así de grave… Pero el binomio Arauz-Rabascall sí fue inscrito.

Esto es un circo… Y la verdad, ¿qué partido político -en este momento- puede verdaderamente llamarse “partido”? En serio, con militancia de años, con ideología clara, con procesos de formación interna para preparar cuadros y para tener pronunciamientos en toda coyuntura de política pública, con disciplina partidista. Y que tenga varios, muchos candidatos, no uno solo, que es gerente propietario y que será el eterno candidato a la presidencia…

Esto es un circo, un circo que osa llamarse república democrática. Eso también es suplantación de identidad.