El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos.
La Declaración Universal de Derechos Humanos es un documento que resalta los derechos intransferibles que pertenecen a toda persona como ser humano, más allá de su religión, color, raza, nacionalidad, sexo, idioma, opinión, posición económica, o cualquier otra condición.
Eleanor Roosevelt, quien fue la primera dama de Estados Unidos desde el año 1933 a 1945, fue una de las mujeres protagonistas en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Aquí cabe una pregunta que me hacía hace unos días, ¿cuál es la trascendencia de los Días Internacionales? Sin duda alguna, concienciar sobre temas de gran relevancia a nivel mundial, como por ejemplo, los derechos humanos, la igualdad de oportunidades, el día del amor o la salud.
El propósito de este día internacional de los derechos humanos es acaparar la atención de los medios de comunicación, autoridades nacionales y mundiales, para recordar una problemática sin resolver que necesita de manera urgente medidas políticas correctas.
En un mundo fragmentado por la corrupción, la falta de valores y la violación de derechos, es imperioso unir fuerzas por recuperar la libertad, justicia y paz en el mundo.
Hago un llamado al gobierno local y nacional para que asuma su rol resolutor en esta problemática, desde que salimos de nuestras casas diariamente nos enfrentamos con violaciones a los derechos humanos que por diferentes factores crecen a pasos colosos.
Pese a varias polìticas que se han adoptado en los últimos años aún persiste la discriminación de mujeres, niños, personas con discapacidad, minorías y otros grupos vulnerables.
Centremos fuerzas y recursos para solventar estos problemas persistentes, no sólo en estas fechas, porque con los cambios y gestiones diarias obtendremos resultados permanentes en el tiempo.