¿Y si gana Yaku Pérez?

Mientras el CNE da tremenda muestra de parcialidad y falta de transparencia dentro de su muy discrecional “política” de aceptación y descalificación de candidatos, lo que queda claro para la ciudadanía es que dentro del actual panorama electoral, la carrera a la presidencia está circunscripta a tres contendientes:

Arauz, Yaku y Lasso.

Lo que más debe llamarle la atención a Lasso y sus sostenedores, si es que no le están mintiendo como pasa a menudo entre los pseudo asesores, es que Lasso está tercero, por al menos dos puntos, de Yaku, según algunas encuestadoras.

Hay una encuestadora que habla de un número altísimo e improponible de indecisos y ubica a Lasso primero; pero esta encuestadora y los ‘influencers’ que así lo quieren posicionar están en el rol de pagos de un candidato y estos nunca ganan.

Si aceptamos la premisa de que Yaku está segundo, también deberemos considerar la posibilidad de que pueda ser el futuro presidente del país.

Más allá de la campaña que está haciendo y más allá del hecho de que uno de sus videos mejor logrado sea plagiado (el de las caretas) también es cierto que Yaku cuenta con una poderosa fuerza política llamada Pachakutik, capaz de movilizar y obtener muchos votos en el territorio. Tan es así que Yaku, además de la presidencia, podría obtener hasta 30 asambleístas posicionándose, inclusive dentro de la próxima asamblea, como una de las fuerzas deliberantes.

Una verdadera potencia electoral que los mejores ‘entendidos’ con pedigree se obstinan en ignorar para terminar, como siempre, sin ninguna credibilidad.

Yaku y Pachakutik son una realidad política que ofrece al electorado joven y a los indecisos la única opción que propone defender a la naturaleza y, además, cercana y sensible a los problemas de los más pobres.

Si a esto le sumamos que el espiral del silencio, más criollamente llamado voto oculto o vergonzoso, está asegurado a Yaku Pérez, desde ya podríamos hablar del candidato que seguramente irá a la segunda vuelta y podría terminar derrotando a Lasso y a Arauz.

Es una pena que no se le dé el espacio mediático que se merece y, peor aún, que no se lo tome en cuenta dentro de los posibles ganadores de manera explícita.