Porte de armas

La confusión continúa para muchos: ¿libertad para usar pistolas con leyes nuevas o simplemente frenar la inseguridad con menos policías y sin patrullajes militares? ¿Robos, atracos y asesinatos que conducen a la irreflexión de otras formas de violencia o unos candidatos presidenciables que se tornan irascibles al envolverse en pura demagogia; o, por el contrario, que sintonizan con un electorado hastiado de tanta delincuencia? No obstante, ¿sabemos el costo que significa en esta sociedad portar armas y actuar en defensa propia porque el Estado no está en capacidad de defendernos para caminar libres por la calle y permanecer seguros en casa?

No es simple; gente armada mata víctimas desarmadas, pero ‘no las armas’. De ahí, esa flexibilidad hacia usar armas que nace atada a la ética pública, la buena educación y políticas de prevención que incluyen conductas sociales, legales y culturales. Con una legislación reformada sobre la libre movilidad humana que contribuyó a instaurar y expandir el sicariato, el homicidio y el crimen organizado en el país.

No es poca cosa lo que está de por medio, comenzando por el colosal negocio de comprar y vender armas y la destrucción de la confianza y credibilidad en las instituciones armadas. En el campo de la soberanía, estaría en entredicho lo cívico, la ética y moral pública y el nacionalismo. Lo que en la Roma Imperial llamaban ‘philotimia’, el ‘amor al honor’ a través de marcas. Esa auto-celebración de hechos y monumentos históricos que reclaman los benefactores de una sociedad con placas.

Ahora bien, no sé si se resuelve la delincuencia con el uso libre de pistolas, escopetas, silenciadores y bombas lacrimógenas; o, con un proyecto de creación de una Universidad de Seguridad Ciudadana y Ciencias Policiales, que ofrezca licenciaturas en Orden Público, Investigación e Inteligencia Anti-delincuencial. Lo que sí, siempre aparecen salidas y a todos nos corresponde la participación. El escritor inglés Ballard, en su libro ‘Noches de cocaína’, cree incluso que las artes y la delincuencia siempre han florecido juntas. A lo mejor no se equivoca y el uso de armas nace con soluciones compatibles al cúmulo de tragedias por estos lares.

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@kleber_mantillac