El Gobierno analiza incluir el trabajo por horas dentro de las reformas al Código laboral

IMPULSO. El trabajo por horas podría ayudar a negocios con ciclos de temporada.
IMPULSO. El trabajo por horas podría ayudar a negocios con ciclos de temporada.

Los miles de desempleados podrían tener más de un empleo. La economía nacional mejoraría.

Andrés Isch, ministro de Trabajo, ha recalcado, en varias ocasiones durante los últimos días, que el tema de la contratación por horas es algo que tiene que ser discutido a profundidad.

“La contratación por horas tenía un problema muy serio y es que había una precarización laboral tal como estaba concebida hace algunos años. Sin embargo, la posibilidad de que los ecuatorianos consigan trabajos en distintos lugares, tener pluriempleo, siempre y cuando las condiciones generales sean las adecuadas, creo que es importante”, dijo.

¿Para cuándo?

El Gobierno está analizando volver a incluir este mecanismo de relación laboral dentro del paquete de reformas al Código del Trabajo, que se está trabajando con varios sectores, y que se dejaría a consideración del próximo presidente de la República.

Según Isch, si se aseguran todas las garantías, incluyendo la seguridad social, se puede retomar la contratación por horas en conjunto, con la inclusión definitiva de varias de las nuevas modalidades que se han emitido en los últimos meses a través de acuerdos ministeriales.

Aprender del pasado

En mayo de 2008, mediante el Mandato Constitucional 8, se eliminó de la normativa tanto a la tercerización laboral como al trabajo por horas, debido a que se estaban cometiendo abusos, como el no pago del salario básico y sin prestaciones como la afiliación al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

Diego Olmedo, analista económico y empresario, comentó que se puede aprender de las malas prácticas de otras épocas y establecer un enfoque que defina la productividad y la competitividad de cada empresa, a través del cálculo del costo hora/trabajador.

El debate de fondo es que en estas circunstancias las principales creadoras de empleo en el país -micro y pequeñas empresas, los emprendimientos individuales y familiares- necesitan esquemas más flexibles para ser sostenibles y dar más oportunidades.

Un restaurante o una pequeña hostería, que tienen mayor movimiento por temporadas u horas del día, no pueden costear un empleado con salario fijo de 8 horas, más los beneficios por ley (aportación al IESS, décimo tercero y cuarto sueldo, vacaciones, fondos de reserva, la previsión que se debe hacer ante una posible desvinculación si el negocio no despega -indemnización y desahucio-). Pero sí podrían costear 3 o 4 horas diarias y el aporte patronal de seguridad social.

Sin generar recursos

La alternativa actualmente, según un último informe del Grupo Faro, sobre mercado laboral en Quito, es que un creciente porcentaje de personas subsisten en la informalidad, donde trabajan 51 horas a la semana para ganar $145 mensuales.

Lucía Rosero, economista y microemprendedora, comentó que el peor negocio para el país es tener más del 60% de la Población Económicamente Activa (PEA) en la precariedad laboral y el desempleo. “Si se calcula el pago por hora de una persona con el salario mínimo, es de alrededor de $2,30; pero si se pasa a un esquema más flexible se podría subir en base a resultados y mayor productividad”, añadió. (JS)

Se necesita un estudio pormenorizado de cuál es la hora/ trabajador en cada sector y cada industria. Esto serviría para tener una base de cuál podría ser el pago, incluyendo las prestaciones sociales”. Diego Olmedo, analista económico.

Ley de Economía Violeta estará lista en las próximas semanas

El ministro de trabajo, Andrés Isch, explicó que se afinan los detalles de una normativa que busca mejorar y facilitar el acceso de las mujeres al mercado formal: la Ley de Economía Violeta que, entre otras cosas, creará un 50% más de deducibilidad por cada mujer contratada por encima de los niveles actuales.

También se incluye la posibilidad de compartir licencias de maternidad y lactancia entre los padres y más incentivos para la educación dual, lo que permitiría que más ecuatorianas puedan acceder a actividades donde tiene pocas oportunidades: ingenierías, construcción y algunas actividades inmobiliarias.