¿Minas o cementerios?

La minería ecuatoriana tiene una oscura historia que poco se investiga y nada se denuncia. A mediados del siglo pasado, Naciones Unidas y otros organismos determinaron por qué las inmensas inversiones mineras de Chile y Perú no llegaban al Ecuador, pese a las doradas oportunidades. Entonces, un grupo de sabidos ocultó la información y, a los pocos años, el mapa geológico del Ecuador asomó totalmente concesionado a través de exfuncionarios de la entonces Dirección General de Minas.

Aquellos personajes mantuvieron esos derechos y, luego, los transfirieron sin participación ni autorización del Estado. Esa reventa fue práctica común, hasta llegar a los grandes grupos internacionales que hoy operan en el país.

Antes de llegar al poder, Rafael Correa juró que revisaría esas prácticas y que no permitiría la minería a cielo abierto, mucho menos aquella sin licencia estatal. Pese a esto, continuaron las oscuras subastas, hasta que una consulta popular las limitó. Actualmente, se insiste en buscar caminos para evadirla, y los candidatos que defendían el agua, hoy hablan de respetar ‘derechos adquiridos’, mientras los depredadores perforan y lavan casi sin control.

Hoy, la minería se convierte en noticia porque la explotación antitécnica e ilegal la han convertido en cementerios. Ayer progresamos, porque, al menos, se reclamó que la fuerza pública ejerza algún tipo de control, similar al que se debería hacer con el narcotráfico y para que se destierre a quienes pretenden convertir al país en un arenero depredador lleno de tumbas de obreros desamparados.

La pareja no se apoya sobre la permanencia del amor, sino de la ternura.”

Kostas Axelos (1924-2010) Filósofo griego.

Hay dos tipos de mujer, la que quiere poder en el mundo y la que quiere poder en la cama.”

Jacqueline Kennedy (1929-1994) Periodista y socialite estadounidense.