Loja, “la tierra más bella de la tierra”

Guido Favián Quirola

Que grata es nuestra memoria, siempre está allí para alegrarte con recuerdos de esos que te regocijan el alma, te dibujan una sonrisa, te cambian el día y puedes aprovecharlos como una potente e inagotable inteligencia creadora. Nuestra memoria, nos permite traerlos, remozarlos, darles nuevos brillos, nuevas luces, transformarlos en un sentimiento, ese sentimiento en un sentir y ese sentir en un vivir. Esta es mi ciudad, llena de lugares hermosos, de familia, de amistades, de recuerdos que duran lo que dura tu memoria, esta es mi ciudad, no sólo el lugar donde vives, sino también el lugar en donde viven tus mejores recuerdos y experiencias.

De músicos, poetas y locos todos tenemos un poco reza el dicho, pero en Loja se rompe el molde, además de las artes, también están representantes que han dejado huella en todas las áreas de conocimiento, algunos nombres como Matilde Hidalgo de Procel pionera en el voto femenino en Hispanoamérica, Pío Jaramillo Alvarado, Miguel Riofrío, Pablo Palacio, Ángel Felicísimo Rojas, Isidro Ayora, Manuel Carrión Pinzano, Salvador Bustamante Celi, Segundo Cueva Celi, Edgar Palacios, Eduardo Kingman, Benjamín Carrión, han escrito el nombre de la ciudad en nuestros libros de historia; y cómo olvidarse de Emiliano Ortega cuya pieza literaria “Alma Lojana” es el himno adherido a la piel de cada lojano y que lo lleva con orgullo por donde quiera que va.

Tierra de los paltas y saraguros cuyos mitos y leyendas aún están por descubrir, de las alforjas de Gonzanamá, de la caña de nuestros hermosos valles, del buen queso y del mejor quesillo, del cuy, de la cecina, del buen repe , de los roscones y bizcochuelos de San Pedro de la Bendita, del agua viva de Vilcabamba, de las tortillas de tiesto de San Lucas y Saraguro, de los helados y el eterno sol de Catamayo, del café de Olmedo y Quilanga, del pan y bocadillos y más recetas de casa, recetas con sabor de hogar.

Esta es mi Loja y su provincia, algunos de sus lojanismos; así que antes que te de un “cocacho’”, baja del “soberado” una “alforja”, mete una “tocha de cantaclaro” y unos “chamicos” para el frío y para “cainar” guarda también un pedazo de “cuajada”, un cuchillo que no esté “motolo” para cortar la “cecina”, un buen par de “quetas” y vamos a recorrer juntos esta tu ciudad!, no te olvides de “pichir” antes de salir…y “tratarasme bonito no!!!!”.

¡Viva Loja Bicentenaria!

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