A recuperar la confianza profesional

En días de pandemia y crisis económica, es difícil encontrar la calma, sobretodo porque son días de mucha incertidumbre, más aún cuando encontramos una sociedad que ha perdido valores esenciales del ser humano.

En el ejercicio de mi profesión he escuchado muchas veces burlas y chistes casi reales relacionados a los abogados, debido al alto desprestigio que hoy nos hemos ganado por unos pocos, obviamente me molesta y me incomoda, puesto que considero haberme formado en dos universidades que me permitieron adquirir bastos conocimientos académicos pero mi escuela constante, mi familia, me ha enseñado muchas leyes de vida que he aplicado en apego del derecho y que van de la mano con mi trabajo, lo uno no podría subsistir sin lo otro.

Y cada vez, es más recurrente encontrar colegas que persiguen solo el fin económico, muchas quejas de clientes insatisfechos, pocos resultados oportunos, es lamentable pero cierto. Si nos remontamos al origen de esta profesión vamos a ver que desde la época de Pericles y Roma se hablaba de derecho ligado a la historia de la humanidad, a la justicia y al bienestar de los pueblos.

Recuerdo claramente que en las aulas nos repetían constantemente, durante cinco años de estudio, “el abogado tiene la obligación de luchar por aquello que sea injusto”, inclusive tuve una materia llamada deontología jurídica la misma que tiene la misión regular el proceder correcto del abogado en su servicio profesional.

Finalmente quisiera citar una frase que deberíamos replicar todos los profesionales del derecho, “Tu deber es luchar por el derecho; pero el día que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia” EDUARDO J. COUTURE

Tenemos una gran responsabilidad en nuestras manos, recobremos la confianza, recobremos el origen de esta noble profesión, la función del abogado nace en la sociedad y si no actuamos con principios morirá en ella.

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