Jugador solitario

La pandemia del coronavirus es una crisis global, y se asemeja a los efectos de las única mega crisis del último siglo: la Segunda Guerra Mundial. El orden internacional constituido tras la Guerra para levantar a la humanidad y evitar que se cayera de nuevo no logró articular una respuesta coherente a la pandemia. Las urgencias hicieron que cada nación se enfoque en sí misma, y el único que hubiese estado en posición de ejercer liderazgo, EE.UU., enfrenta su propio descalabro interno.

El coronavirus pateó el tablero mundial y generó grandes oportunidades que serán mejor aprovechadas por aquellos que han conformado bloques para articular cadenas de valor y aprovechar economías de escala. Comprobado está el fracaso de los bloques políticos: la alternancia democrática, aunque defectuosa, los vuelve inestables. Los ejemplos abundan en América del Sur, y contrastan con los bloques de Centro y Norte América, y Europa. Estos apuntan a la cohesión económica bajo la premisa de que se puede diferir en ideología, manteniendo coherencia comercial.

El Ecuador, grandioso como es, está cerca de quedarse atrás en la tercera revolución industrial. La integración regional es urgente y debe presionar para capitalizar los organismos financieros multilaterales, acordar políticas migratorias y fronterizas para dinamizar el comercio con bioseguridad; y buscar una ‘vacuna regional’, como la llama el expresidente de Bolivia, Jorge Quiroga.

El mundo es una cancha hostil, abusiva y ruin para los jugadores solitarios con poco poder de negociación pero, a la vez, generoso con quienes se preparan para cazar oportunidades.

La gran fuerza de las sociedades abiertas ante el autoritarismo es la libertad.”

José María Aznar (1953- ) Político y expresidente español.

¿Se educa para que sean señoras de casa, correctas esposas y fuertes madres, o para que actúen en el conjunto social?

Yolanda Oreamuno (1916-1956) Escritora costarricense.